Mary supo que tenía que irse de Texas, y rápido. Las políticas contra los menores trans iban en aumento, por lo que buscó en qué lugar de Estados Unidos su hijo podía vivir plenamente su identidad. Así fue que la familia terminó en Minnesota.
“Que el estado (de Texas) nos traicionara de esa manera, todavía no puedo creerlo”, dice Mary, sentada en un parque de Minneapolis con su hijo Jasper, de 16 años, en un día inusualmente cálido para el mes de abril. “Siento que esto es mucho, mucho más seguro”, agrega.
UN “REFUGIO” PARA LOS MENORES TRANS
Las autoridades de Minnesota han trabajado deliberadamente para que así sea, convirtiendo al estado en un autoproclamado “refugio” para los niños transgénero cuyos derechos y acceso a la atención médica se ven amenazados en otras partes de Estados Unidos.
Mary y Jasper no son sus nombres reales. Ambos prefirieron no revelar su identidad para hablar con la prensa en medio del creciente odio en las redes sociales contra las personas transgénero. Al igual que muchos en Texas, Mary y Jasper tienen un fuerte sentido de pertenencia hacia el estado sureño. En el nórdico Minnesota, están lejos de familiares y amigos.
Pero la cálida bienvenida que recibieron contrasta fuertemente con la atmósfera cada vez más conservadora que enfrentaron en Texas. En Minnesota, las autoridades escolares no se inmutaron cuando Jasper, que se identifica como varón, quiso usar un nombre que no coincidía con su partida de nacimiento. La facilidad de todo el proceso hizo llorar a Mary.
LEYES EN CONTRA DE NIÑOS TRANS
En Estados Unidos, algunos estados controlados por los republicanos aprobaron leyes para prohibir que los niños usen baños que no coincidan con el sexo que les fue asignado al nacer, a pesar de estudios que muestran que no existe un mayor riesgo de agresión. También prohibieron ciertos tratamientos médicos.
En Texas, por ejemplo, el gobernador ordenó a la agencia estatal encargada de combatir el abuso infantil que iniciara investigaciones sobre los padres de niños transgénero. En cambio, estados como California, Illinois y Minnesota se han declarado “santuarios” para los jóvenes transgénero.
La semana pasada, en Minnesota se aprobó un proyecto de ley de “refugio trans”, que garantiza la protección legal para las personas transgénero que llegan al estado desde otros lugares para recibir atención médica.
“Estamos tratando no solo de decir que está bien ser trans, sino que se puede venir aquí y estar seguro”, señala Leigh Finke, la primera legisladora abiertamente transgénero de Minnesota, que patrocinó la iniciativa. “Sabemos lo que significa obligar a las personas a no ser ellas mismas: es el ataúd o el armario”, apunta.
UNA CONTROVERSIA FABRICADA
El acceso a la atención médica para los menores transgénero “salva vidas”, dice Angela Goepferd, directora del programa de salud de afirmación de género de Children’s Minnesota, uno de los sistemas de salud pediátrica más grandes de Estados Unidos.
Los niños con acceso a esos servicios “tienen menos ansiedad, menos depresión, piensan en el suicidio con menos frecuencia”, destaca. Esos cuidados pueden incluir bloqueadores hormonales para prevenir el inicio de la pubertad, control de la natalidad (para evitar la menstruación), así como estrógenos o testosterona.
Pero es un tema complejo que va más allá de divisiones partidistas. Incluso algunos padres progresistas dicen que les preocupa que el tratamiento se ofrezca demasiado pronto, ya que temen que los niños finalmente reevalúen su identidad de género y se arrepientan. Sin embargo, la cirugía “está reservada casi exclusivamente para personas mayores de 18 años”, observa Goepferd, y agrega: “Hay una gran controversia fabricada en torno a eso”.
AFIRMACIÓN DE GÉNERO
“Puede haber algunas personas, y por algunas me refiero a menos del 1 por ciento de los adolescentes de 16 o 17 años, que accedan a un tipo de cirugía llamada torácica. Pero el tipo de cirugía que se suele describir en las iniciativas legales de este país es la genital. Y no es una cirugía que se haga en niños o adolescentes”.
Lo más importante en la atención para afirmación de género es “reunirse con las familias, responder preguntas, ayudar a descubrir cómo apoyar a una persona joven en la escuela, en su comunidad, con su familia”, dice Goepferd.
Finke espera que “miles de familias” lleguen a Minnesota a medida que crecen las diferencias en estos temas entre los estados gobernados por los republicanos y los demócratas. Mary se considera afortunada: ella, su esposo y Jasper tenía los medios para irse de Texas. Pero conoce familias “que no pueden y que simplemente están conteniendo la respiración”.
Jasper todavía siente nostalgia por Texas y planea regresar de vacaciones este verano. Pero Mary tiene la esperanza de que se adapte a su nuevo hogar. “Cada vez que Minnesota hace algo en favor de las personas trans todavía siento como una especie de alivio”, dice. N