

EL GIGANTE DEL STREAMING NETFLIX comprará el tradicional estudio de cine y televisión Warner Bros Discovery por casi 83,000 millones de dólares, en la mayor adquisición en el sector del entretenimiento en la última década.
Con la operación, Netflix se hará con un inmenso catálogo de películas y el prestigioso servicio de streaming HBO Max. Se trata de la mayor operación en el sector desde que Disney compró Fox por 71,000 millones de dólares en 2019.
La plataforma pagará 27.75 dólares por acción a WBD, lo que valora la empresa en 72,000 millones de dólares, excluyendo la deuda. La transacción debe ser autorizada por los reguladores del gobierno de Donald Trump y no incluye canales de cable como CNN, TNT, TBS y Discovery, que Warner Bros Discovery va a escindir antes de que se cierre el acuerdo. Según medios estadounidenses, el consejo de administración de Warner Bros Discovery aspiraba a una cifra cercana a los 75,000 millones, fuera de la deuda.
“Nuestra misión siempre ha sido entretener al mundo”, dijo el director general de Netflix, Ted Sarandos, en un comunicado conjunto.
“El anuncio de hoy combina dos de las mayores compañías de narración de historias del mundo”, comentó por su parte David Zaslav, presidente y director ejecutivo de Warner Bros Discovery.
Sin embargo, la posibilidad de que Netflix se haga con Warner Bros —el estudio detrás de Casablanca, Harry Potter y Friends— generó polémica en el ambiente cinematográfico.
El director de Titanic, James Cameron, calificó la compra como un “desastre”, mientras que un grupo de productores prominentes está presionando al Congreso para que se oponga al acuerdo, según la revista especializada Variety.
“No podría pensar en una manera más efectiva de reducir la competencia en Hollywood que vender WBD a Netflix”, escribió por su parte el exCEO de Warner, Jason Kilar, en X.
En el centro de esta indignación de Hollywood se encuentra Sarandos, quien ha declarado que la era de los espectadores que acuden en masa a los cines ha terminado. Muchos veteranos de la industria consideran que los estrenos en cine son esenciales para el atractivo y prestigio del sector, en marcado contraste con el contenido en streaming visto por un espectador en un sofá en su casa o en dispositivos móviles.
La propia Variety capturó la alarma de la industria con un titular en primera plana: “¿Está Netflix intentando comprar Warner Bros o destruirlo?”. Las acciones de Netflix cayeron casi 3 por ciento al cierre de Wall Street.
En junio WBD anunció su intención de separar sus sectores de streaming y estudios de cine en dos empresas distintas cotizadas en la Bolsa. “Esta separación debería completarse en el tercer trimestre de 2026, antes de la finalización de esta transacción”, señala el comunicado. Desde hace décadas, WBD ha producido clásicos del cine como El ciudadano Kane, pero también éxitos más recientes como las series Juego de Tronos y Los Soprano.
Netflix, a su vez, produjo éxitos globales modernos como la serie Stranger Things, KPop Demon Hunters y El juego del calamar. La batalla del streaming y la caída de la televisión tradicional han provocado importantes reorganizaciones estratégicas entre las grandes firmas de la industria en Estados Unidos.
Para competir con Netflix y Disney, sus rivales buscan unirse para fortalecerse en el streaming y mejorar su rentabilidad. El gigante Amazon adquirió en 2021 el mítico estudio de Hollywood MGM por 8,450 millones de dólares, haciéndose con un catálogo de más de 4,000 películas, entre ellas las de James Bond y Rocky.
Según The New York Post, funcionarios de la Casa Blanca se habrían mostrado preocupados por la posible adquisición de WBD por parte de Netflix, porque, según ellos, podría otorgar a la plataforma de video una posición dominante en el mercado estadounidense de contenidos.
La transacción, que fue aprobada unánimemente por las juntas directivas de ambas empresas, se cerrará dentro de 12 a 18 meses, dijeron las compañías. Paramount Skydance y el operador Comcast también estaban en la contienda para la compra de Warner Bros Discovery.
De hecho, el mayor perdedor del acuerdo podría ser precisamente Paramount Skydance, el estudio de Hollywood propiedad de Larry Ellison, uno de los hombres más ricos del mundo y un aliado cercano del presidente Donald Trump. El hijo de Ellison, David, dirige Paramount y podría presionar directamente a la Casa Blanca para bloquear la fusión entre Netflix y Warner Bros. N
(Con información de agencias)