

INVESTIGADORES DEL BRITISH MUSEUM descubrieron pruebas de la capacidad del hombre para encender fuego deliberadamente hace 400,000 años, mucho antes de lo que se pensaba, se anunció este miércoles 10 de diciembre.
La capacidad humana para hacer fuego es uno de los giros cruciales de la historia de la humanidad, lo que facilitó no solo calentarse, sino también socializar y cocer alimentos, aspecto que contribuyó a la evolución del cerebro.
Hay trazos del uso de fuego por humanos hasta de un millón de años, en África, pero se considera que era fuego surgido de manera natural. Encontrar pruebas sólidas de esa capacidad es muy difícil, por la desaparición de los trazos en el tiempo.
Es lo que pudo demostrar un equipo de investigadores del British Museum, en un yacimiento cerca del pueblo de Barnham, en Suffolk (noreste de Londres). La anterior evidencia de encendido deliberado de fuego era de hace unos 50.000 años en la actual Francia.
“Es el descubrimiento más extraordinario de mis 40 años de carrera”, se congratuló Nick Ashton, curador en el British Museum y autor principal del estudio publicado el miércoles en Nature, en una conferencia de prensa.
Los investigadores piensan que el homínido capaz de controlar el fuego era un Neandertal, ya que se hallaron fósiles suyos cerca. El sitio de Barnham fue descubierto por primera vez a fines del siglo XIX. El primer indicio que sugería que podía haber albergado una hoguera apareció en 2021, cuando científicos descubrieron sedimentos que fueron calentados intencionalmente.
Tras cuatro años de trabajo minucioso se probó que esas cenizas no fueron causadas de manera natural. “El momento clave fue el descubrimiento de pirita de hierro”, explicó Ashton.
Ese mineral es utilizado para crear la chispa que prende el fuego. La pirita es muy escasa en esa región, lo que indica que fue llevada al lugar con ese objetivo, subrayan. Además, encontraron hachas que pudieron servir para triturar la pirita. Sarah Hlubik, piroarqueóloga en Saint Mary’s College de Maryland, en Estados Unidos, y que no está involucrada en el estudio, comentó a la agencia de noticias AFP que se trata “de un descubrimiento verdaderamente apasionante”.
Saber crear su propio fuego, en vez de esperar a que la naturaleza lo cree, cambió la evolución de la humanidad. El calor facilitó explorar nuevos territorios, más fríos. Los humanos pudieron congregarse al caer la noche.
Pero el principal avance fue el cambio del régimen alimentario, pues “nosotros somos los únicos seres en la tierra relacionados con alimentos cocinados”, subrayó Hlubik. Cocinar la comida, en especial la carne, facilitó ahorrar energía antes destinada a la digestión, lo que contribuyó al desarrollo intelectual. N
(Con información de agencias)