Con el objetivo de proteger a sus usuarios más jóvenes, Instagram anunció el martes nuevas configuraciones dirigidas a los adolescentes. A partir de esta medida, millones de cuentas pasarán a ser privadas y se limitará el tipo de contenido al que estos usuarios podrán acceder en la plataforma.
“Las cuentas de adolescentes limitan quién puede ponerse en contacto con ellos y el contenido que estos ven, y ayudan a garantizar que su tiempo este bien invertido”, informó en un comunicado la red social.
De acuerdo con el diario Los Angeles Times, cualquier persona menor de 18 años que abra un perfil quedará restringido como “cuenta de adolescente” y aquellos perfiles que ya existen serán migrados en los próximos 60 días. No obstante, Instagram hace hincapié en que los menores de 16 años necesitarán el permiso de su madre o padre para modificar las protecciones integradas y así sean menos estrictas.
“Planeamos hacer que los jóvenes tengan cuentas de adolescentes en un plazo de 60 días en Estados Unidos, Reino Unidos, Canadá y Australia. Los menores de la Unión Europea tendrán sus cuentas ajustadas a finales de este año”, pormenorizó.
En tanto, los jóvenes alrededor del mundo tendrán estas nuevas configuraciones en enero de 2025. De igual manera, las “cuentas de adolescentes” las implementarán en otras plataformas de Meta (Facebook y WhatsApp) el próximo año.
NUEVAS CONFIGURACIONES PARA LAS “CUENTAS DE ADOLESCENTES” EN INSTAGRAM
Cuentas privadas: con los perfiles privados de manera predeterminada, los adolescentes deben aceptar a los nuevos seguidores, y las personas que no los siguen no pueden ver su contenido ni interactuar con ellos. Una opción ya disponible para cualquier cuenta, pero que debe ajustarse desde “Configuración y actividad”.
Restricciones de mensajes: solo podrán recibir mensajes de las personas que siguen o las personas con las que ya están conectadas.
Restricciones de contenido delicado: los jóvenes tendrán activada la configuración más estricta, que limita el tipo de contenido delicado (aquel que muestra a personas luchando, que promueve las cirugías estéticas, etcétera). Se puede ver en secciones como “Explorar” y “Reels”.
CONTRA EL BULLYING
Interacciones limitadas: solo las personas que siguen a los adolescentes pueden etiquetarlos o mencionarlos. Está activado de manera automática la versión más restrictiva de las palabras ocultas, una función contra el bullying. De esta manera, las palabras o frases ofensivas se filtran y no aparecen en los comentarios y las solicitudes de mensajes directos de los jóvenes.
Recordatorios de límites diarios: los adolescentes recibirán notificaciones donde les avisen que deben salir de la aplicación si pasan más de 60 minutos (1 hora) usándola en un día.
Modo descanso activado: el modo descanso se activará entre las 22:00 y las 7:00 horas. En ese sentido, se silenciarán las notificaciones durante la noche y se enviarán respuestas automáticas a los mensajes directos.
SUPERVISIÓN PARENTAL DE LAS “CUENTAS DE ADOLESCENTES” EN INSTAGRAM
A tenor de la red social, los adolescentes menores de 16 años necesitan el permiso de sus padres para que la configuración sea menos restrictiva. Para obtener autorización, deberán configurar la supervisión parental en Instagram.
Sin embargo, si los padres quieren tener más control sobre las experiencias de sus hijos mayores de 16 años, solo tienen que activar la supervisión parental. De esta manera, podrán aprobar cualquier modificación realizada en la configuración, independientemente de la edad de sus hijos e hijas.
Una vez activada la supervisión, los tutores podrán aprobar o rechazar las solicitudes de sus hijos para cambiar la configuración o permitirles administrar la configuración de forma independiente.
CASO “FACEBOOK FILES”
Todos estos cambios parten de las declaraciones de Frances Haugen en 2021. La exempleada de Facebook indicó que ambos servicios (Instagram y Facebook) tenían la clave para ser más seguros, pero “lo más importante para las propiedades digitales era su propio beneficio, no el de sus usuarios”.
En septiembre de ese año The Wall Street Journal publicó durante varios días los llamados Facebook Files, una investigación periodística en los que se demostró que sus ejecutivos eran conscientes de los daños que causaba Instagram y Facebook entre los jóvenes. N