La Ciudad de México es una urbe de agudos contrastes como la violencia y sororidad. Por un lado, un total de 122,011 mujeres fueron víctimas de algún delito en el país en 2022; 73 por ciento reportó haber sufrido algún tipo de lesión. Por el otro, una panadería local enfrenta este mal endémico de nuestra sociedad mediante la sensibilización, acompañamiento psicológico individual y grupal, así como la capacitación en técnicas de pan artesanal para una independencia económica. Se trata de “Las Panas”. Esta es su historia.
En Avenida del Taller, en la alcaldía Cuauhtémoc, se erige un establecimiento donde no solo se satisface el antojo de pan recién horneado, también resulta un espacio de resistencia, empoderamiento y atención integral en materia de violencia de género. Entre las grandes calles pavimentadas y los colores vibrantes de los edificios, este lugar podría observarse como una panadería más. Sin embargo, desafía las normas tradicionales con cada amasada y conversación sutilmente provocativa.
“Somos un proyecto de mujeres para mujeres, amasamos y horneamos pan, sororidad y autonomía para todas”, se lee en su descripción de Instagram con más de 3,000 seguidores. Las Panas es una asociación civil mexicana que nace en los barrios del centro de la capital mexicana y, desde 2016, trabaja por la igualdad de género y la reducción de la violencia hacia mujeres de escasos recursos y vulneradas socialmente.
“Lo primero que me impulsó fue el necesitar a otras mujeres para poder salir de una situación complicada, también de una relación difícil. Me he encaminado profesionalmente a crear metodologías comunitarias desde la investigación social; el proyecto de Las Panas fue a partir de un acercamiento en una investigación, en la cual yo colaboré, en el barrio La Merced”, relata la fundadora, Rosalía Trujano Ortega.
PRIMER ANIVERSARIO DE LAS PANAS: “AQUÍ LAS MUJERES SON PROTAGONISTAS”
Psicóloga de profesión, con maestría en Desarrollo Humano, Trujano comparte en entrevista con Newsweek en Español haber observado el contexto con sus diferentes actores, desde los comerciantes hasta las trabajadoras sexuales.
“Compartir con ellas también me hizo identificar diferentes violencias que se viven. Con la misma inquietud de antes, de acompañar o atender situaciones de violencia hacia las mujeres, surge la necesidad de convivir con mis vecinas y me pareció que la mejor manera de hacerlo fue hornear junto a ellas. Compré un horno y las invité”, dice.
Para Trujano Ortega, el hornear tiene dos momentos clave: “Cuando el pan leuda o fermenta no es más que una etapa de maduración, como la vida misma, y cuando se mete al horno”. Durante ese tiempo, aprovechaba para conversar con sus ahora cómplices sobre distintos temas y realidades que sufren distintas mujeres. Ahí, desde casa, empezó a perfilar lo que hoy es Las Panas.
A principios de 2017 ya había realizado varios talleres, además metió un proyecto en el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol), pero no fue sino hasta el 13 de diciembre de 2022 que, junto a sus demás compañeras, inauguró la primera panadería feminista.
“Logramos ya la venta al público que, a su vez, nos permite ir a bazares. El número varía, pero aproximadamente son cuatro voluntarias las que se encuentran de manera constante, también han llegado compañeras de servicios social; también entre tres o cuatro mujeres atienden la panadería y comparten lo que hacemos. Hay dos personas que dan talleres, pero al igual están en la producción…”, agrega sobre el equipo.
LLEGAN A SANTA MARTHA ACATITLA
Adicional al acompañamiento psicológico individual y grupal, venta de pan, catering, conferencias, así como la capacitación en el oficio de la panadería, realizan actividades abiertas al público para fondear los talleres de las mujeres vulnerables. Es el caso de la iniciativa “Un taller pagado, un taller donado”.
“Gracias a esto se pueden costear los talleres gratuitos, que se otorgan de acuerdo con las necesidades de cada mujer, más acompañamiento especializado”, apunta la psicóloga.
De acuerdo con la información disponible en su página, hasta 2021 acompañaron integralmente a más de 515 mujeres en riesgo. Presumen ser una alternativa real para mejorar los ingresos del 100 por ciento de las beneficiarias.
En 2023 las cifras fueron alentadoras: 130 mujeres atendidas y acompañadas en talleres internos y externos, un total de 253 mujeres atendidas en terapia y 606 personas asistieron a actividades en la panadería ubicada en Avenida del Taller.
Pero su actuar no solo queda en el establecimiento. El año pasado impartieron un taller en el Centro Femenil de Reinserción Social Santa Martha Acatitla, técnicas en las que no necesariamente necesitan horno porque se adaptan al entorno, como en una olla o sartén.
“Les ofrecimos seis técnicas de panadería y también hablamos de seis temas sobre violencias específicas, en este caso, la privación de su libertad. Aproximadamente duró mes y medio. Al final, somos más que pan”, finaliza Trujano Ortega.
El horario de atención es de lunes a sábado de 12:00 a 20:30 horas. Entre sus productos está, por ejemplo, el pan de caja con semillas de un kilo, en 95 pesos; además hay empanadas, galletas, muffin, roles, conchas, entre otros alimentos. En ese caminar, Las Panas se convirtió en un símbolo de cambio y ha demostrado que hasta en las cosas más simples, como un trozo de harina con levadura, se puede tejer una narrativa de igualdad y resistencia. N