El Taj Mahal, una de las Siete Maravillas del Mundo, se está poniendo marrón y verde debido a la contaminación y el abandono, informó la Corte Suprema de India.
El icónico monumento blanco nacarado se ha teñido de un color verdoso por los insectos y la contaminación, por lo que la justicia india ha ordenado al gobierno estatal que proteja a su hermoso edificio, uno de los más famosos del mundo, publicó el diario británico Independent.
El excremento de insectos ha dejado por años marcas verdosas por todo el emblemático edificio. Este hecho ha preocupado a Corte Suprema que pidió este martes al Centro y al gobierno de Uttar Pradesh que consideren contratar expertos de fuera para restaurar la gloria prístina del monumento de la era mogol, de acuerdo con el Hindustan Times.
En una sesión de tribunal, los magistrados Madan Lokur y Deepak Gupta examinaron fotografías del mausoleo del siglo 17 presentado por ambientalistas, advirtiendo que “antes se estaba volviendo amarillo y ahora se está volviendo marrón y verde”.
“Es un problema muy serio. Parece que está indefenso y tiene que ser guardado. Debe ser evaluado por expertos externos para restaurarlo”, dijeron.
El procurador general ANS Nadkarni, que representa al gobierno, dijo que hay muchos expertos en el país cuya ayuda podría buscarse para preservar el monumento.
Pero los magistrados alegaron que el gobierno carecía de experiencia o “quizás no le importó”.
El Tribunal Supremo ha estado supervisando la evolución de los casos de posibles daños al Taj Mahal desde los años ochenta.
El problema no es nuevo. El gobierno previamente cerró miles de fábricas cercanas en un esfuerzo por preservar la fachada brillante del monumento, informó la BBC. El Taj Mahal se somete periódicamente a lavados de barro para absorber la suciedad y otros contaminantes.
La contaminación y la construcción son dos factores que afectan el edificio, pero el Yamuna, que se cree que es el río más contaminado de la India, atrae insectos que excretan desechos en las paredes del monumento.
El mausoleo fue construido en el siglo XVII por el emperador mogol Shah Jahan en la ciudad de Agra y ahora es una de las principales atracciones para los visitantes del mundo, que atrae a cerca de 8 millones de visitantes al año, según el gobierno indio.
Durante años, las lluvias del monzón en Agra fueron suficientes para limpiar la tumba, pero debido al empeoramiento de la contaminación en las últimas dos décadas, el monumento se volvió amarillo y negro.
Los trabajadores ahora usan la tierra de batán, una pasta de barro que absorbe la suciedad, la grasa y los excrementos de los animales, para eliminar la decoloración, pero en los últimos años el andamiaje que necesitan aplicar ha impedido que los turistas tomen fotografías del monumento, agregó BBC.