Cuando Bianca Peregrina llegó a Querétaro se sorprendió al descubrir que, a pesar de su cercanía con la Ciudad de México, la escena cultural y artística era notablemente discreta. En sus palabras, “Querétaro era un lugar más cerrado, donde no pasaba mucho en cuanto a cultura y arte”. Las galerías locales estaban llenas de bodegones y arte clásico, pero carecían de una contracorriente que reflejara el arte contemporáneo. Este entorno la inspiró a crear espacios que cambiaran el panorama artístico de la región.
DESCENTRALIZANDO EL ARTE
Ante la posibilidad de crecer la oferta cultural, Bianca y su equipo iniciaron Cut Out Fest, un festival de cine de animación que en sus inicios buscaba descentralizar el arte y la cultura que estaban concentrados en la Ciudad de México. “Queríamos descentralizar y Querétaro no tenía un festival de cine de animación”, comenta Bianca en entrevista con Newsweek en Español.
A pesar de los desafíos iniciales, el festival logró posicionarse como una plataforma internacional que promueve la animación y el arte digital. Ahora, en su catorceava edición Cut Out Fest se ha convertido en un espacio donde los artistas pueden interactuar con el público de manera cercana, fomentando una experiencia cultural enriquecedora y accesible.
“UN CÍRCULO VIRTUOSO EN CUESTIÓN DE ARTE”: BIANCA PEREGRINA
Con el éxito de Cut Out Fest, Bianca y su colega José Miguel Loyola comenzaron a reflexionar sobre la falta de espacios para el arte contemporáneo y emergente en Querétaro. Así surgió la idea de Trámite, un proyecto que, desde el inicio, se propuso ser diferente a las ferias de arte convencionales. “No somos una feria”, enfatiza Bianca, y agrega: “Queríamos un proyecto que tuviera todas las condiciones para hacer un círculo virtuoso en cuestión de arte”.
La historia de Trámite está llena de momentos que reflejan una evolución constante y un enfoque en la generación de comunidades y la experimentación artística. Desde sus primeras etapas el proyecto no estaba centrado exclusivamente en la venta de arte.
Durante los primeros años, invitaron a galerías y artistas a participar en exposiciones, ofreciendo un espacio inclusivo y accesible donde el público podía interactuar con artistas y curadores. Esta dinámica rompe completamente con la idea de que el arte es inaccesible o elitista.
PARA BIANCA PEREGRINA ES UN PROYECTO FLEXIBLE Y ADAPTABLE
Trámite se centra en crear comunidad, por lo que la pandemia de 2020 representó un desafío. Sin embargo, encontró una oportunidad para redefinir su enfoque. En lugar de depender de galerías, se enfocaron en artistas individuales, lo que permitió una mayor libertad creativa y colaboración. Este cambio, que tuvo lugar durante la edición de Trámite en León, marcó un punto de inflexión para el proyecto.
“Ahí creo que es donde le dimos al proyecto que queríamos”, explica Bianca, refiriéndose a la decisión de trabajar directamente con artistas en lugar de galerías. Este enfoque les permitió mantener su esencia de comunidad y colaboración, adaptándose a las nuevas circunstancias sin comprometer su visión.
Uno de los colaboradores clave en esta etapa fue Iván Puig, un artista que ha trabajado codo a codo con el equipo de Trámite desde su primera edición. Puig, junto con el colectivo de San Miguel de Allende, Taller 30, presentó una de las primeras piezas de arte sonoro colaborativas del proyecto, llamada el “Anemocorde”, demostrando el potencial del trabajo colectivo en el arte.
CONSTRUYENDO UN LEGADO CULTURAL
Aun pasando por una pandemia, Trámite nunca se detuvo. Y siendo un proyecto abierto a cambiar y adaptarse, se plantearon constantemente preguntas sobre cómo podía crecer el proyecto. “¿Cómo podríamos abrir puertas a nuevos públicos y cómo podríamos apoyar a artistas emergentes?”, se preguntaban. Un aspecto crucial fue la creación de iniciativas como las “Visitas de Estudio”. Aquí, curadores de renombre, como Lucía San Román, se sumaron para conocer artistas del Bajío que de otro modo no habrían tenido la oportunidad de trabajar con ellos. Este enfoque no solo fortaleció los lazos dentro de la comunidad artística, sino que también permitió que artistas como Salvador Xharicata fueran conocidos por curadores nacionales e internacionales.
Las convocatorias abiertas, conocidas como “Garages”, fomentan la experimentación en sitio, mientras que la parte formativa del proyecto ayuda a cultivar una comprensión más profunda del arte y sus procesos. En estas plataformas el valor del arte no se mide solo en términos monetarios, sino por su capacidad de conectar y educar.
Trámite sigue evolucionando con la mirada puesta en un futuro donde el arte sea accesible para todos. Bianca está comprometida con la idea de que “la cultura es lo único que puede salvarnos”. Con iniciativas como Trámite, Bianca Peregrina está no solo transformando la escena artística de Querétaro, sino también inspirando un movimiento que promueve la descentralización del arte y la creación de espacios inclusivos y colaborativos.
RESIDENCIAS ARTÍSTICAS
Una de las iniciativas más ambiciosas de este proyecto ha sido su transición hacia un espacio que abarca residencias artísticas. Este cambio ha permitido que el proyecto crezca más allá de sus orígenes y llegue a comunidades más pequeñas, como se demostró con la colaboración con el Proyecto Garambullo, en Colón. Esta colaboración se centra en la recuperación de la gastronomía y las tradiciones locales, descolonizando los prejuicios culturales a través del arte y el conocimiento.
A través de estas múltiples etapas de crecimiento y transformación, se mantienen fieles a su visión de ser un proyecto flexible y experimental. Cada año, el equipo evalúa lo que ha funcionado y lo que necesita cambiar, manteniendo siempre su compromiso con la creación de una comunidad vibrante y un espacio donde el arte y la creatividad puedan florecer sin restricciones.
Trámite demuestra que es posible crear una escena artística vibrante y dinámica fuera de las grandes ciudades, mostrando que el arte no tiene fronteras y que todos pueden ser parte de él. N