Este lunes 4 de diciembre se cumplieron 50 años de que la misión Pioneer 10 de la NASA se convirtió en la primera nave espacial en alcanzar Júpiter, en 1973, el quinto planeta contado desde el Sol y que tiene por vecinos a Marte y Saturno.
Lanzada el 2 de marzo de 1972, su paso por Júpiter proporcionó las mejores imágenes hasta la fecha de la atmósfera del planeta. Permitiendo obtener información de la temperatura de la misma y de la altura en la que se encuentran las nubes superiores del planeta más grande de nuestro sistema solar.
Además, estudió los cinturones de radiación del planeta y su fuerte campo magnético, de intensidad muy superior a la que se esperaba. La nave Pioneer 10 es también famosa por el hecho de que contiene una placa inscrita con un mensaje simbólico que le informa a la civilización extraterrestre que pudiera interceptar la sonda acerca del humano y su lugar de procedencia, la Tierra, una especie de “mensaje en una botella interestelar”.
De acuerdo con datos oficiales, esta placa fue fabricada en aluminio anodizado en oro, debido a que ese elemento tiene ciertas propiedades para degradarse mínimamente. En ella se observa, a la derecha, la imagen de la sonda con el único fin de dar proporción a las dos figuras humanas dibujas delante: un hombre y una mujer.
LA NAVE EN ALCANZAR JÚPITER VA HACIA LA ESTRELLA ALDEBARÁN
Del lado izquierdo, figuran un haz de líneas que parten radialmente de un mismo punto, el planeta Tierra. Las líneas indican la dirección de los púlsares más significativos cercanos a nuestro sistema solar y en cada uno, en sistema de numeración binario, la secuencia de pulsos de cada uno. Este apartado constituye nuestro “domicilio en el universo”.
En la parte inferior se encuentra un esquema del sistema solar, con todos los planetas en orden, según su distancia respecto al Sol y con una marca de la ruta inicial de Pioneer 10. Esta placa fue diseñada por el astrónomo y divulgador científico estadounidense, Carl Sagan, así como por el astrónomo Frank Drake.
Actualmente, la nave se dirige hacia la estrella Aldebarán, en la constelación de Tauro, a donde llegará dentro de 1 millón 690,000 años. El 23 de enero de 2003 se recibió la última señal débil de la sonda. N
(Con información de Europa Press)