El matrimonio conformado por Jeanine y Mike Harvey nunca imaginó que un procedimiento de fertilidad de 1991 resultaría en que ella sería inseminada con el esperma de un extraño. El mundo de la pareja, residente de Ohio, Estados Unidos, se ha puesto “de cabeza” tras el descubrimiento de este hecho.
La pareja y su hija, Jessica Harvey Galloway, presentaron esta semana una demanda contra Summa Health System y uno de sus médicos, Nicholas Spirtos. La demanda es por la supuesta confusión de ADN que ha provocado que los Harvey analicen las últimas tres décadas de su historia familiar.
La demanda alega que Jeanine y Mike contrataron los servicios de fertilidad del doctor Spirtos, en el Hospital Summa Akron City, hoy Summa Health System. Según los abogados, Spirtos era jefe de la División de Endocrinología Reproductiva e Infertilidad y Fertilización In Vitro/Transferencia de Embriones.
Durante una conferencia de prensa vía Zoom, organizada por el despacho legal Peiffer Wolf Carr Kane Conway & Wise, que representa a los Harvey, estos explicaron que, en aquel tiempo, el objetivo era tener un hijo que estuviera genéticamente relacionado con ambos.
Mike tuvo hijos de un matrimonio anterior, se explica en la demanda. En tanto, el 12 de agosto de 1991 Jeanine pensó que estaba siendo sometida a una inseminación intrauterina con la muestra de semen proporcionada por Mike ese mismo día.
Pero en la Navidad de 2020 los Harvey regalaron a Jessica una prueba de ADN de Ancestry.com. Y así se conoció la verdad sobre la inseminación de 1991. Jessica, al planear un viaje a Europa con su marido, pensó que sería divertido buscar a sus parientes. Incluidos los que forman parte del linaje italiano por parte de su padre.
Sin embargo, la prueba de ascendencia concluyó que Jessica no posee nada de etnia italiana. Ello orilló a que se le realizaran más pruebas de ADN en otra empresa, así como una prueba de paternidad. Los resultados confirmaron que Mike no era el padre biológico de Jessica.
También lee: Mujer rechaza a su hijo y demanda a donador de esperma por mentir sobre su origen étnico
Según la demanda, aquel día de 1991, un hombre, reconocido con el seudónimo de “Sr. Barrett”, estaba en el mismo centro de fertilidad de Akron con su entonces esposa. Justo cuando los Harvey también estaban presentes en el sitio.
El Sr. Barrett fue contactado por la familia y confirmó su presencia en el lugar. Dijo que él y su entonces esposa estaban siendo sometidos a fertilización in vitro con el doctor Spirtos. El Sr. Barrett también aceptó participar en una prueba de paternidad, con lo que se confirmó como el padre biológico de Jessica.
“Hay muchos sentimientos: shock, incredulidad, duda, ira, incertidumbre, dolor”, dijo Jeanine durante la conferencia de prensa. “Estoy abrumada. Todavía me cuesta dormir pensando en eso. A veces pienso: “¿De quién fue el esperma forzado a entrar en mi cuerpo?”
Mike explicó que él y su familia presentaron la demanda en parte porque el trauma que comparten es idéntico al de otras familias que se someten a tratamientos en clínicas de fertilidad.
No te pierdas: Ginecoobstetra es demandado por una mujer a cuya madre inseminó con su propio esperma
“Siempre estaré para apoyar y protegerlas (a Jeanine y Jessica)”, dijo Mike. “Como esposo y padre, es muy difícil vigilar a tu familia con este dolor. Especialmente cuando la fuente de ese dolor es algo que sabes que nunca puedes corregir. Aprender que toda tu realidad no es lo que creías es difícil de explicar. Es una especie de despertar en la vida de otra persona”.
Jessica estudió italiano en la secundaria y fue una de las mujeres “raras” de la familia Harvey durante décadas. En la conferencia explicó que la demanda tiene como objetivo exigir responsabilidades.
“Realmente no hay palabras para describir y expresar lo que he pasado, o por lo que mis padres han pasado”, dijo Jessica. “Todavía estoy en la total incredulidad y probablemente siempre lo estaré. Una de las mayores comodidades para mí es saber que no estoy sola. Tengo a mi familia y eso nunca cambiará”.
Añadió que, aunque ha tenido contacto con el Sr. Barrett a través de mensajes de texto y llamadas telefónicas, e incluso aspira a saber más sobre su historia biológica, considera a Jeanine y Mike como sus padres “para siempre y por siempre”.
Te interesa: Soy adoptada y conocí a mi mejor amiga en el trabajo; resultó ser mi hermana biológica
Adam Wolf, socio del bufete de abogados que representa a los Harvey, llamó a las clínicas de fertilidad estadounidenses “el Salvaje Oeste”. Dijo que la demanda se presentó por múltiples razones, incluida la falta de consentimiento informado, múltiples casos de negligencia, negligencia médica, agresión y una protección fallida del material genético.
“A diferencia de prácticamente todos los demás países desarrollados, no existe una supervisión federal integral y significativa sobre esta industria multimillonaria: la gran fertilidad”, dijo Wolf.
El sitio web de Summa Health actualmente muestra que Spirtos, cuyas “especialidades” suponen endocrinología reproductiva e infertilidad, actualmente acepta citas.
Te recomendamos: Mujer da a luz nueve bebés; le habían anunciado que esperaba siete
Mike Bernstein, director del sistema corporativo de comunicaciones de Summa Health, dio la siguiente declaración a Newsweek sobre la demanda:
“Tenemos conocimiento de que se ha hecho una acusación que afirma que una paciente en 1991 fue inseminada artificialmente con el semen de una persona que no es su marido. Tomamos esta acusación con seriedad y entendemos el impacto que esto tiene en la familia. Al momento no nos hemos reunido con la familia o llevado a cabo pruebas por nuestra cuenta. Dada la información muy limitada que tenemos y la cantidad de tiempo que ha pasado, todavía tenemos la esperanza de que los abogados que representan a la familia trabajen con nosotros para darle prioridad a ese siguiente paso”. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)