El protector de dragones es un libro para niños y adultos cuyo objetivo es abordar los derechos sexuales de las infancias y evitar el abuso. Fue escrito por la periodista Delia Angélica Ortiz y contiene ilustraciones de Tahiri Archundia López.
Cuenta Delia Ortiz que, desde su quehacer periodístico, anticipó que la pandemia traería consigo un aumento de la violencia doméstica y sexual. Y efectivamente así sucedió: “Al mes del confinamiento empezaron a llegar varios reportes que mostraban que se estaba elevando la violencia en el interior de los hogares. Eso me llevó a pensar en la violencia hacia las mujeres y las niñas, pero también en los agresores: ¿Quién ayuda a los agresores?
“Es decir —continúa—, si bien hay que ayudar a quienes han sido violentados, como sociedad también deberíamos tener esta red para rehabilitar a los agresores. Porque, si no, es probable que se sigan repitiendo esos mismos modelos de los que al final los niños y niñas aprenden”.
Esta búsqueda la dirigió a Gendes, A. C., una asociación civil mexicana que tiene como misión el trabajo con hombres. Ahí se impulsan procesos de reflexión, intervención, investigación e incidencia desde la perspectiva de género con énfasis en las masculinidades y derechos humanos. Con las herramientas de educación y reflexión obtenidas en la organización, Ortiz comenzó la escritura de El protector de dragones.
INFORMACIÓN, BARRERA PARA EVITAR EL ABUSO INFANTIL
Motivada por sus reportajes periodísticos, la autora del libro se formó como educadora de la sexualidad infantil en la Asociación Mexicana para la Salud Sexual. Por ello se dio cuenta de que los infantes no denuncian el abuso infantil porque no tienen herramientas para hacerlo. Mientras, que los adultos no saben cómo abordar estos temas con las infancias.
Delia Ortiz menciona que existen varios signos para sospechar que un infante ha sufrido abuso infantil. El primero es que puede sentirse realmente incómodo o temeroso frente a su agresor, por ejemplo, que no lo quiera saludar o acercársele. Otro signo podría ser la erotización adulta en tempranas edades.
La sociabilización del género también puede ser un factor que beneficie el ocultamiento del abuso infantil. La autora relata que los niños son educados como fuertes y en búsqueda de una masculinidad que parece reforzarse con la sexualidad. Estos son factores que inviabilizan los contextos de abuso.
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La periodista reflexiona: “Si vemos la serie de Luis Miguel, hay un capítulo donde exhibe abiertamente que su papá provocó que tuviera un encuentro sexual con una sexoservidora cuando él tenía 13 años. A esta edad, tener una relación sexual es una violación, y más si la otra persona es mucho más adulta que tú”.
Por ello, menciona que una forma de proteger a las infancias es hablarles sobre sexualidad de acuerdo con su edad. Por tanto, es importante hacerles conscientes sobre el respeto hacia su cuerpo y tener adultos de confianza para hablar sobre este tipo de sucesos.
La autora remarca: “La erotización adulta es aproximadamente a los 16 o 17 años y es saludable cuando es entre pares. Pero si se trata de un menor de edad viviendo estas experiencias con alguien mucho mayor, sí es abuso sexual y violación.
“Decidimos escribir este manual o libro, que es una especie de guía, para que se reconozcan los derechos sexuales de las infancias a través de un material amigable para madres y padres, pero también para niños y adolescentes”.
LA IMPORTANCIA DE CONTAR CON MANUALES
En internet están disponibles cientos de materiales que abordan el abuso infantil desde diferentes perspectivas. Sin embargo, pocos son accesibles tanto para las infancias como para los adultos. Con ello en mente, Ortiz construyó una serie de cuentos que, con un lenguaje fácil, pero muy acertado, les dice a las infancias que tienen control y consentimiento sobre su cuerpo.
Atacar el tabú de hablar sobre abuso infantil es la mejor forma de proteger a las infancias, indica la autora: “El problema de que no queramos sociabilizar este tema es que ponemos en alto riesgo a los niños y niñas. Ellos tienen que saber qué es el erotismo adulto, porque además los medios de comunicación masiva los bombardean todo el tiempo con escenas que a ellos les provocan muchas preguntas y no hay adultos de confianza para hablarlo.
“Entonces, a lo que deberíamos aspirar como sociedad es a crear esos adultos de confianza, a los que los niños y adolescentes puedan acercarse para preguntar. No se trata de mentirles, es explicarles que en esas escenas que a veces ven los adultos se expresan su amor y que, si alguna vez un adulto les pide hacer algo así, que lo cuenten”.
SOBRE LEONES QUE LLORAN Y UN SERENITO…
El protector de dragones está configurado como una serie de cuentos donde cada uno aborda diferentes temas. Por ejemplo, el clásico cuento donde la princesa besa a la rana sirve para hablar sobre el consentimiento y sobre los estereotipos de género. La Cenicienta pide que los trabajos del hogar deben ser corresponsabilidad de todos, y los príncipes violentos son denunciados.
Inspirada en Frank Baum, escritor de El Mago de Oz, Ortiz tomó al león que llora para decirle a los niños que mostrar sus emociones no es debilidad, el león comprende: “Tengo derecho a sentir mis emociones. Puedo llorar”.
Como fanática de Rigo Tovar, “El sirenito” se convirtió en un cuento para decirle a los niños que la sexualidad a temprana edad no engrandecerá su masculinidad, que está bien esperar y que cada infante es dueño de su cuerpo.
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El libro está disponible en versión digital —y pronto en versión impresa— a través de Amazon. Fue generado en la plataforma de Kindle Self Publishing, por lo que es un esfuerzo de autopublicación.
En 2021, El protector de dragones fue acreedor al primer lugar en la convocatoria “Masculinidades”, que promovió la organización internacional Amaze, especializada en la promoción de educación integral en sexualidad. N