La aplicación de videoconferencias Zoom acudió a terceros para reforzar la seguridad de su plataforma, en medio de un nuevo escándalo de fuga de datos personales que afectó su reputación, reveló la empresa esta semana.
El sitio especializado estadounidense BleepingComputer informó que numerosas cuentas de usuarios -identificativos y contraseñas- fueron puestas en venta u ofrecidas gratuitamente en foros de la “Dark Web”, donde actúan los hackers.
La empresa de ciberseguridad Cyble explicó que pudo comprar unas 530,000 cuentas de Zoom por unos 0.0020 dólares cada una.
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Zoom, que se ha hecho muy popular en medio de la pandemia de COVID-19, ya había sufrido intrusiones por parte de terceros en videollamadas de escuelas, encuentros religiosos y otras actividades.
La plataforma se disculpó y anunció después varias nuevas medidas de seguridad: ahora se piden contraseñas para acceder a las sesiones y es necesario pasar por una “sala de espera” donde el organizador de la reunión puede aceptar a las personas.
Las contraseñas se han hecho también más complejas.
Además, el grupo ha recurrido a otras empresas para detectar intentos de pirateo y para encontrar los datos robados en el mercado negro.
Otra medida fue nombrar a Alex Stamos, exjefe de seguridad de Facebook, como responsable de la seguridad de sus sistemas informativos.
“Jamás ninguna empresa ha pasado a tan gran escala tan rápidamente”, expresó Zoom en un comunicado. “Ayudar a cientos de millones de personas es un desafío técnico fascinante”, acotó.
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También, explicó que los problemas de fuga de datos personales afectan a todas las grandes empresas tecnológicas.
La plataforma pasó a 200 millones de participantes en sus reuniones cotidianas en marzo, contra 10 millones en diciembre.