Los ministros de energía de los países del G20 no lograron llegar a un acuerdo sobre el eventual recorte en la producción de petróleo, y el comunicado de prensa publicado el sábado después de largas negociaciones no mencionó ninguna reducción.
Las conversaciones se extendieron por todo el viernes para tratar de llegar a un acuerdo sobre una baja importante en la producción de petróleo, inicialmente bloqueada por México.
Un acuerdo entre Estados Unidos y México para ayudar a la parte mexicana a completar la cuota de reducción exigida por los productores parecía eliminar un obstáculo para un acuerdo global.
Así, el comunicado conjunto emitido después del final de la cumbre virtual organizada por Arabia Saudita, el mayor exportador de petróleo del mundo, incluye compromisos para la cooperación futura en la lucha contra la pandemia de coronavirus, pero no menciona ninguna disminución.
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“Estamos comprometidos a garantizar que el sector energético continúe haciendo una contribución completa y efectiva para derrotar al COVID-19 y permitir la recuperación global (económica) que debe seguir”, expresaron los ministros en el comunicado.
“Estamos comprometidos a tomar todas las medidas necesarias e inmediatas para garantizar la estabilidad del mercado energético”, añadieron.
Búsqueda de un acuerdo
De acuerdo con Seamus O’Regan, representante de Canadá en la reunión, los ministros “no discutieron las cifras” de una posible reducción en la producción.
“Las discusiones que tuvieron lugar hoy fueron sobre una solución multilateral para resolver esa inestabilidad” de los precios. “No hablamos de números, no se trataba de números”, dijo O’Regan, ministro de Recursos Naturales de Canadá, durante una conferencia de prensa después de la reunión.
El grupo se reunirá “próximamente”, detalló.
Debido al confinamiento de la mitad de la población mundial para limitar la pandemia del nuevo coronavirus, la demanda de petróleo está en caída libre, a pesar de que el suministro ya era excedente.
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La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) había mencionado el viernes por la mañana un acuerdo preliminar sobre una reducción en el suministro mundial, en 10 millones de barriles de crudo por día (mbd) en mayo y junio.
Ese acuerdo se había obtenido en una reunión de los principales países productores de petróleo, incluida Rusia, que no es un miembro de la OPEP pero el segundo mayor productor mundial y líder de los asociados de ese cartel.
Pero México, que tampoco es miembro de la OPEP, no dio su aprobación, indispensable para refrendar el acuerdo en esa reunión, pues consideraba excesivo el esfuerzo que se le pedía (reducción de producción de 400,000 barriles por día), comparado con otros países.
Horas más tarde, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, dijo haber llegado a un acuerdo con su homólogo estadounidense, Donald Trump, para reducir la producción de petróleo de su país.
“México va a reducir 100,000 barriles y eso significaría que ellos tengan entre 250,000 y 300,000 barriles menos. Nosotros compensaríamos la diferencia, nos reembolsarían en una fecha posterior”, dijo Trump, y agregó que lograr eso implicaría cortar “algo de producción en Estados Unidos”.
La retirada de los diez millones de barriles diarios en mayo y junio, y después de ocho millones de julio a diciembre, correría a cargo principalmente de Arabia Saudita y Rusia, pero al menos otros 20 países deben participar en el esfuerzo.
Círculo ampliado
Hace unos meses el precio del barril rondaba los 60 dólares pero a principios de la semana pasada cayó a niveles nunca vistos desde 2002. El precio del barril según la OPEP está por debajo de los 21 dólares.
Por ello, los 13 países de la OPEP y sus 10 estados socios, con los que forman la alianza OPEP+, tratan de reaccionar.
Para organizar esta reunión extraordinaria, Arabia Saudita y Rusia reanudaron el diálogo y terminaron la guerra de precios y cuotas de mercado que desencadenaron después de la última cumbre, el 6 de marzo en Viena: Moscú dio un portazo a la OPEP, y Riad abrió las compuertas y vendió a bajo precio el petróleo a Europa.
Aunque se anuncie un acuerdo, varios analistas dudan de que estos recortes hagan subir los precios.
“Un recorte de 10 millones de barriles diarios en mayo y junio impedirá alcanzar los límites de almacenamiento y evitará que los precios caigan al abismo, pero no restaurará el equilibrio de mercado deseado”, según los analistas de Rystad Energy.
Deseosos de forjar la mayor coalición posible, Riad y Moscú ampliaron el círculo de participantes en la reunión, invitando a muchos productores externos a la alianza. En la videoconferencia del jueves, el ministro ruso de Energía, Alexander Novak, aplaudió el jueves la presencia de nueve países adicionales, como Canadá y Noruega.
También se invitó a Estados Unidos, pero pese a la implicación de Trump a favor de un acuerdo entre productores, su país no pudo participar directamente en estas discusiones porque se lo impide su reglamentación antimonopolio.
El país, que tampoco es miembro de la OPEP+, desea una reducción de la oferta para estabilizar los precios, y dar aire a su industria de petróleo de esquisto, que atraviesa grandes dificultades.
El 10 de junio esta prevista una nueva reunión de la OPEP “para decidir más medidas, tantas como sean necesarias para equilibrar el mercado”.