“Es una excusa barata para una acción estúpida; también es la abreviación más molesta de la historia”.
¿Cuántas veces no hemos utilizado la frase “solo se vive una vez” para justificar alguna acción o aventura? Al menos yo lo he hecho dos veces: una cuando me encontraba cuasi muerta de miedo en una avioneta lista para aventarme al vacío con un paracaídas, y otra cuando, después de cinco semestres de estudiar filosofía en la universidad, decidí cambiarme de carrera. Sin embargo, no he hecho de esta pequeña frase mi lema de vida, pero hay quienes sí.
Las siglas YOLO resultan del acrónimo de las palabras en inglés “You Only Live Once”, que en español significan: solo se vive una vez. Esta poderosa palabra se ha convertido en uno de los hashtags más utilizados en el último año y en una de las más utilizadas por los jóvenes; incluso hay quienes se han tatuado las letras yolo como un recordatorio de que nuestra estancia en este mundo es limitada.
Hay diferentes versiones de cómo yolo se ha convertido en un fenómeno de las redes sociales. La primera es la que dice que Adam Mesh (un personaje de programas de telerrealidad en Estados Unidos) lanzó una línea de playeras con el acrónimo yolo durante la tercera temporada de The Averge Joe. Otra cuenta que fue la banda The Strokes, quienes en su álbum First Impressions of Earth titularon una canción “You Only Live Once”. La tercera y la más popular es la que gira en torno al famoso rapero Drake, quien hace referencia al yolo en su canción “The Motto”.
Cualquiera que sea la razón, los jóvenes de hoy utilizan esa frase como excusa para hacer lo que quieran sin preocuparse por las consecuencias, al menos ya no consideran la moralidad o la tranquilidad de conciencia antes de cometer un acto riesgoso. Así que muchos jóvenes no conocerán esas noches enteras de insomnio pensando en cómo le van a explicar a su pareja que tuvieron un pequeño desliz la noche anterior en el antro: #YOLO, la vida es demasiado corta para pensar en los sentimientos de los demás.
El Urban Dictionary —un diccionario en inglés lleno de modismos que los jóvenes utilizamos y que conforman nuestro no muy completo vocabulario— define yolo como “una excusa barata para una acción estúpida, también la abreviación más molesta de la historia”. Así los jóvenes la utilizan para llevar una vida sin responsabilidades, y lo más preocupante: sin planes a futuro.
Más allá de un diccionario urbano, este mes el diccionario inglés The Oxford Dictionary, agregó a sus páginas la palabrita yolo, junto con otras palabras que provienen de la cultura de internet, entre las que están hot mess (una persona que vive una vida desordenada y sucia, pero que es atractiva), swag (persona que tiene estilo y actitud) y FML (acrónimo de Fuck My Life). Al parecer, incluso los más grandes académicos se están rindiendo ante la modificación del lenguaje de quienes utilizan estas palabras. Palabras sin etimología que incitan a la irresponsabilidad.
El diccionario Oxford argumenta que internet y las redes sociales tienen una importantísima presencia en el mundo de los jóvenes y que por eso es importante definir el lenguaje que usan en él. La presencia es tan grande que incluso el canal de televisión MTV tiene unos premios especiales para videoblogueros y tuiteros, premios que llevan el mismo nombre que su generación: MTV Millenial Awards.
Muchos jóvenes pueden preguntarse: “¿para qué planear el futuro?, ¿Para qué estudiar una carrera?, ¿Para qué preocuparnos por los problemas políticos y sociales de nuestro país y del mundo?… ¡Solo vivimos una vez!”. Así, pasan los días esperando el fin de semana —que empieza el miércoles— para salir de fiesta, beberse botellas enteras de licor y tener relaciones con la mayor cantidad de personas que se presenten disponibles.
No sé si sea una decepción generalizada con respecto a quiénes nos gobiernan o si sea un acto de rebeldía en contra de unos padres extremadamente preocupados por nuestro bienestar en países crecientemente inseguros; tal vez sea solo una falta de percepción o una falta de educación de nuestra imaginación y de nuestros sueños. Lo que sí percibo es que se ha creado una generación de jóvenes que no están interesados en nada que tenga que ver con el futuro, parece que no se dan cuenta de que ese futuro es el suyo.
¿Qué va a pasar cuando todos los conflictos que hoy afectan a nuestros padres pasen a ser nuestros? Si no hacemos un esfuerzo por conocer el pasado y no estamos poniendo atención en el presente, ¿cómo vamos a preocuparnos, y en algún momento encargarnos, del futuro?
Más de 100 veces he leído estatus de Twitter como: “Estoy borracho. Voy a manejar, #YOLO”. O “El condón es para idiotas, #YOLO” y “Que estudien los tontos, #YOLO”. Así es como día a día viven y festejan los jóvenes de hoy, dejando la universidad, manejando ebrios y sin importar las consecuencias, sin pensar en los peligros a los que se pueden enfrentar, y arriiesgándose ellos mismos y a los demás. ¿Para qué, si solo se vive una vez?
El popular yolo es una muestra más del mundo de fantasía en el que vive la juventud de hoy. Un mundo en el que lo más importante es vivir el presente sin pensar en el futuro. Claro que es importante estar en el presente: vivirlo, disfrutarlo, reírlo y compartirlo con nuestros seres más cercanos. Claro que es increíble enamorarnos, equivocarnos y embarcarnos en aventuras a lugares desconocidos. Pero es importante porque nos permite conocernos a nosotros mismos, sobre todo porque eso es lo que forma nuestro carcácter y nuestro criterio. Lo que nos hace humanos.
Lo correcto sería experimentar muchas situaciones y lograr aprender de ellas, madurar con ellas, entender que nuestras acciones tienen repercusiones y que nosotros somos los únicos responsables de nuestro futuro y del futuro que queremos para nuestro país. Un futuro que no puede existir mientras el eslogan sea yolo.
@CCamsanchezb