Mientras los equipos mundiales de rescate enfrentan lluvias y escasez de oxígeno, la misión para salvar a 12 futbolistas adolescentes y un entrenador de 25 años atrapados en una cueva de Tailandia se hace cada vez más urgente.
El equipo tailandés de futbol se aventuró dentro de la cueva el 23 de junio, y las lluvias torrenciales obligaron a los futbolistas y el entrenador a internarse más, bloqueando su escape. El lunes, 10 días después de su desaparición, dos buzos británicos hallaron a todo el equipo vivo a unas 2.5 millas de la entrada de la cueva.
Desde que los localizaron, equipos de rescate de todo el mundo han trabajado en conjunto para hallar una manera de sacar a los muchachos de la cueva, y el viernes, la acción de rescate cobró un nuevo cariz de urgencia cuando funcionarios revelaron que el oxígeno disponible había disminuido a niveles peligrosamente bajos dentro de la cueva, según CNN.
El Dr. Christopher McStay, un experto en medicina de emergencia y locaciones agrestes, dijo a Newsweek que aun cuando tu cuerpo puede aclimatarse a niveles más bajos de oxígeno, hay un punto en el que se vuelve debilitante.
Al enfrentarse a una inundación enorme y condiciones traicioneras de buceo, ha aumentado la posibilidad de que el equipo deba permanecer en la cueva hasta que la temporada de monzones termine y las aguas bajen en octubre. En caso de que se retrase el rescate, los buzos proveerán comida y agua suficientes al equipo para que duren unos cuantos meses, y dos médicos tailandeses se han presentado como voluntarios para permanecer con los muchachos hasta que sea posible su libertad. Sin embargo, todavía tiene que ponerse en práctica un plan para lidiar con los efectos físicos y psicológicos de estar atrapados bajo tierra por un período prolongado.
Asumiendo que se pueda resolver el problema del oxígeno, McStay, quien ha buceado con anterioridad, comentó a Newsweek que el “mayor riesgo” con toda probabilidad podría ser rescatar a los muchachos haciéndolos bucear, dada su incapacidad para nadar y las condiciones extremas.
“No puedo imaginarme la dificultad de enseñarles a estos muchachos a bucear usando cualquier equipo que vayan a usar y hacerlos pasar por ese ambiente”, dijo él. “Si puedes llevarles oxígeno y alimentarlos, entonces no hay prisa”.
Los tres médicos con quienes habló Newsweek sobre el apuro que enfrentarán los muchachos si han de quedarse bajo tierra por meses, estuvieron de acuerdo en que regular los ritmos circadianos de los adolescentes debe ser la máxima prioridad.
Un ritmo circadiano es el reloj interno de 24 horas que opera entre el sueño y la vigilia a intervalos regulares, como lo explicó la Fundación Nacional del Sueño.
Aun cuando son escasos los detalles sobre las provisiones que se les han dado a los muchachos, por lo menos tienen una linterna. El Dr. Richard Angle, un profesor adjunto de psicología en la Universidad de Columbia, enfatizó la importancia de no solo proveerles luz sino también de monitorear la cantidad que reciban.
“Eso es clave: tener una especie de ritmo circadiano para regular cuándo deberían dormir, cuando deberían estar despiertos”, dijo Angle a Newsweek.
Él comparó la falta de luz natural en la cueva con los territorios norteños que se hallan en oscuridad total durante partes del año. “En verdad te afecta la mente el no tener ese tipo de luz natural”, explicó él, añadiendo que también puede aumentar la posibilidad de experimentar depresión.
El Dr. Ken Dunham, un psiquiatra en Medicina y Salud Psiquiátrica Novant en Carolina del Norte, estuvo de acuerdo en que después de satisfacer las necesidades básicas para conservar la vida, lo importante es mantener a los muchachos en un ciclo de sueño y vigilia tan natural como sea posible.
“Si los trabajadores pudieran simular el día y la noche, esto ayudaría a que su ritmo circadiano conserve un compás más natural”, comentó él a Newsweek. “Un ciclo natural de sueño y vigilia es importante para la salud. Sin este, sus relojes internos se trastornarán y esto también hará más posible que sufran una enfermedad mental”.
Además de ser un factor importante para conservar una buena condición mental, Dunham explicó que un ciclo normal de sueño y vigilia también ayuda a la continuación de las normas sociales y la estabilidad.
“Tienes que normalizar de alguna manera el ambiente de estos muchachos y lograr algo de regularidad y horario tanto como sea posible”, dijo McStay. El experto en medicina de emergencia y locaciones agrestes estuvo de acuerdo con los otros dos médicos y señaló que para cuando se encontró a los muchachos, estos ya habían pasado nueve días sin luz solar.
Sin horario que regulen el sueño y la vigilia, algunos muchachos podrían estar despiertos mientras otros están dormidos, creando un ambiente en el que nadie duerme lo suficiente, lo cual aumenta el estrés y la posibilidad de contraer una infección viral o enfermarse.
Se planteó el concepto de establecer una comunicación entre los muchachos y sus familias mientras estén en la cueva, y Dunham lo llamó “ideal” porque ayudará a mantener un nivel de esperanza, lo cual él considera crucial.
“Esto sería muy importante, probablemente lo más importante después de procurar sus necesidades básicas de nutrición, salud, seguridad y sanitarias”, explicó él. “Idealmente, esto sería parte de un horario regular”.
Angle estuvo de acuerdo en que sería muy benéfico, pero añadió una advertencia de que solo ayudaría siempre y cuando no dispare la sensación de ansiedad en los muchachos. Mientras que los mensajes de amor y motivación por una reunificación futura ayudarían a los adolescentes, él comentó que las “porras” en extremo entusiastas podrían asustarlos.
“Si es posible, pienso que sería grandioso para ellos que les lleven cosas que les son importantes, como artículos personales que tengan un significado”, dijo Angle a Newsweek.
Él señaló específicamente fotos u otras posesiones como animales de peluche que puedan servir como maneras de tener presentes a sus familiares y amigos. Dunham añadió que tener una conexión con experiencias anteriores de vida como lo juegos podrían ayudar a combatir el pesimismo y aburrimiento.
“Serían importantes algunas tareas escolares”, explicó él. “En realidad, cualquier cosa que les ayude a tener activas sus mentes y manos”.
En cuanto a la vida después del rescate, Angle advirtió en contra de que los miembros del equipo se conviertan en “celebridades” de algún tipo porque ello podría empezar a definir su identidad. Dunham lo relacionó con ser un veterano que vuelve a casa después de estar en servicio, y defendió el regresar a una rutina normal mientras se mantenía el contacto con las personas quienes también experimentaron la dura y horrorosa experiencia.
Finalmente, McStay razonó que la decisión de rescatar a los muchachos haciendo que intenten bucear a través de los túneles se reduce a la capacidad de llevarles la cantidad apropiada de oxígeno, y es una decisión que le alegra no tener que tomarla él.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek