El número de suicidios en Estados Unidos aumentó un 9.8% –casi 2,000 casos más– luego de que se informara la muerte presuntamente por asfixia de Robin Williams en agosto del 2014, de acuerdo con un estudio.
Investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York analizaron las estadísticas mensuales de mortalidad en Estados Unidos y estimaron que entre agosto y diciembre del 2014 debían registrarse 16,849 suicidios, pero se presentaron 18,690, un aumento de 1,841 casos.
Según el reporte publicado en PLOS ONE, este número coincide con un incremento de los los términos “suicidio”, “muerte” y “Robin Williams” en los titulares de las noticias. Los meses posteriores a la muerte ahorcamiento, detalla el texto, las historias sobre el premiado siguieron siendo publicadas los cuatro meses posteriores a su muerte.
Las consecuencias en la población de los suicidios de celebridades han sido previamente documentados y es un fenómeno conocido como “efecto Werther”, en referencia a una ola de suicidios que ocasiono la novela del autor alemán Johann Wolfgang von Goethe. Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido un manual para que los medios reporten los suicidios de artistas de alto perfil.
“A pesar de que no podemos determinar con certeza que estas muertes se atribuyen a la muerte de Robin Williams, encontramos un rápido incremento de los suicidios en agosto del 2014, y especialmente en los métodos de suicidio por asfixia, que coincidían con la fecha y el método de la muerte de Williams, y un aumento dramático en los informes de los medios de comunicación sobre suicidios y Robin Williams durante este mismo período”.
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Esto sugiere “una conexión entre la muerte de Williams y el posterior aumento de muertes por suicidio de agosto a diciembre de 2014”.
Según el reporte, el aumento más grande en suicidios (13%) en hombres cuya edad va de los 30 a 44 años. Aún más significante fue un pico de 32.3 por ciento en el número de suicidios por asfixia, como el que supuestamente practicó Robin Williams.
“Este es el primer estudio que examina las consecuencias de un suicidio de celebridades en la era digital”, dijo David S. Fink, autor principal del nuevo estudio y un investigador postdoctoral en epidemiología en la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia.
Los medios, concluye el reporte, pueden afectar positiva o negativamente la imitación de los suicidios. “El suicidio sigue siendo una amenaza central para la salud pública, y los suicidios de celebridades de alto perfil seguirán ocurriendo; prevenir tales efectos requerirá recursos sustanciales y capacitación, así como respuestas creativas de los medios emergentes”, señala.