Japón introducirá un nuevo sistema de alerta por primera vez en 40 años para alertar a sus residentes de un posible terremoto masivo, anunció su gobierno el martes. El sistema de alerta será implementado en noviembre y se utilizará para alertar a los residentes en las áreas de la costa del Pacífico, ubicadas en la parte central y suroeste de Japón, cerca de la fosa de Nankai, donde se espera que el terremoto golpee, según el Japan Times.
En la actualidad, el país basa su sistema de evacuación en su Ley de Contramedidas de Gran Escala contra el Terremoto, compilada en 1975, en la que un grupo de expertos predijo cuándo y si es que terremoto golpearía al país.
El nuevo sistema de alerta analiza los premonitores, pequeños temblores que vienen justo antes de un terremoto violento. Luego de percibir estos premonitores, la Agencia Meteorológica de Japón enviaría las advertencias a áreas costeras específicas una vez que la posibilidad del terremoto se vuelva inminente. Las advertencias instarán a los residentes a evacuar si necesitan y prepararán a los trabajadores para brindar suministros.
“El gobierno dijo en 2012 que hasta 300,000 personas podrían ser asesinadas en caso de un terremoto de magnitud 9 en la fosa de Nankai”, escribió el Japan Times, “y en 2014, describió un programa de 10 años dirigido a reducir las bajas un terremoto en un 80 por ciento”. Una pérdida de 300,000 personas sería uno de los desastres naturales más mortales de la historia del país.
El nuevo sistema de alerta surgió de un panel de expertos en el Consejo Central de Administración de Desastres del gobierno. Ellos publicaron un informe que decía que “es difícil hacer una predicción [de un terremoto masivo] con un alto grado de certeza”, según el Times. El panel instó al gobierno a fortalecer sus esfuerzos para garantizar la seguridad de los residentes japoneses, así que decidieron trabajar con premonitores y otras nuevas tecnologías.
Este terremoto podría ser el último en un enjambre de desastres naturales en todo el mundo. Estos desastres ya han afectado a casi todos los continentes en 2017, desde las inundaciones y monzones más importantes en Asia del Sur, los huracanes masivos y los terremotos en América del Norte, la sequía y los deslizamientos de tierra en África y las amenazas de tsunami en Centroamérica.