El presidente del Consejo Interuniversitario Contra Adicciones (CICA), Ricardo Serrano Rangel, reconoció que durante los últimos tres años el organismo vivió un receso en la realización de actividades para el combate contra las adicciones, dentro de las instituciones de educación superior.
Si bien no se detuvieron las acciones en su totalidad, sí se registraron pocas campañas y acciones conjuntas entre las instituciones que forman parte del Consejo.
“Estamos retomando después de una especie de receso de unos dos o tres años, donde se estuvo haciendo una actividad mínima, no es que haya estado guardado el Consejo pero sí hizo una actividad mínima, estaba en un bajo perfil (…), la idea es que estemos cien por ciento activos y haciendo campañas a lo largo del año”.
Serrano Rangel atribuyó esta situación al número de instituciones de educación superior comprendidas en el CICA, ya que en 18 años pasó de 17 a 47, lo que ha representado una demanda mayor para la atención de la problemática.
“En 1999 éramos 17 universidades, ahorita somos 47 y es importante que algunas son de pocos alumnos y otras que son de bastantes estudiantes como la UAA, que tiene 20 mil estudiantes y otras de 5 mil por ejemplo, entonces es difícil coordinar los esfuerzos y la refundación del Consejo es para lo más importante que es la prevención”.
La semana pasada se desarrolló una reunión del Consejo en la que se acordó realizar por lo menos tres campañas al año para la difusión y prevención de las adicciones.
De igual forma se aprobaron algunos mecanismos para definir protocolos comunes entre las instituciones de educación superior, públicas y privadas, con el objetivo de detectar y dar tratamiento a las adicciones en los jóvenes universitarios, por ejemplo, un buzón electrónico anónimo o la implementación de una línea telefónica de atención para canalizar los casos a los organismos gubernamentales de apoyo.
“Una de las ideas es que se abra una cuenta de correo general en la que el alumno pueda decir de manera personal que tiene un problema, que se vuelvan a establecer los buzones de sugerencias para que pueda darse la denuncia anónima cuando haya un problema en la comunidad”.
También se consideró la posibilidad de aplicar un programa de “Escuela para Padres”, a fin de involucrar a los padres en el sano desarrollo de sus hijos y la educación para evitar caer en dichas problemáticas, aunque su puesta en marcha aún se sigue analizando.
“En el Consejo se pensó otra vez en retomar la ‘Escuela para Padres’, en la que hubiera cosas tan simples como retomar la confianza entre padres de hijos y detectar cuando haya síntomas del consumo de alguna droga, para que ellos también se conviertan en una pinza que se cierra”, indicó.
La actual gestión del Consejo tendrá tres prioridades: la prevención a través de actividades deportivas y culturales, la capacitación para la detección de casos de adicción así como la investigación para facilitar la toma de decisiones, indicó Ricardo Serrano.
“Lo que nosotros no queremos es que se aplique el reglamento de manera tajante porque en ese momento es expulsar al alumno de la institución y eso no es una solución para su problema, por ello optamos por canalizarlos a organismos de apoyo para que su adicción pueda ser atendida”.