Las recientes filtraciones de Wikileaks de los mensajes contenidos en los correos de la campaña de Hillary Clinton han dado cuenta de dos mensajes enviados por Tom DeLonge, excantante y exguitarrista de la banda de pop punk Blink 182, al asesor de la exsecretaria de Estado estadounidense, John Podesta, para tratar cuestiones acerca del fenómeno ovni.
La información difundida ampliamente en Estados Unidos da cuenta de cómo DeLonge escribió a Podesta en al menos dos ocasiones para referirse en términos crípticos sobre esta temática. Los mensajes fueron publicados este mes por Wikileaks y también revelan la participación de Podesta en un documental que DeLonge está produciendo. Sin embargo, no está claro si el jefe de campaña respondió a los mensajes.
Podesta, quien ha trabajado en los más altos niveles de gobierno de las administraciones de Bill Clinton y Barack Obama, no ha ocultado su interés en el tema e incluso ha defendido durante mucho tiempo la divulgación del gobierno en torno a los archivos de relativos a los ovnis.
En uno de los correos electrónicos de 2015, DeLonge dice que él presentará a Podesta a dos personas muy importantes. “Creo que las encontrará muy interesantes, ya que eran los principales líderes en relación con nuestro tema sensible. Ambos estaban a cargo de la mayoría de las divisiones frágiles, lo que se refiere a la ciencia clasificada y temas del Departamento de Defensa. Es decir, se trata de funcionarios de nivel A”.
En otro correo electrónico de 2016, DeLonge asegura que ha estado trabajando con un ex oficial militar:
“Él sólo tiene que decir eso en voz alta, pero es muy, muy cuidadoso… Cuando se estrelló en Roswell, ellos lo enviaron al laboratorio en Wright Patterson Air Force Base. El general McCasland estuvo a cargo de dicho laboratorio hasta hace un par de años “.
Tanto Podesta como DeLonge han sido muy abiertos acerca de sus intereses en el fenómeno ovni. A su salida del gobierno de Obama en 2015, Podesta escribió en Twitter que su “mayor fracaso” fue “no adoptado medidas para el #disclosure” de los archivos OVNI “.
De hecho, en enero de este año Hillary Clinton afirmó que de ser elegida investigará el fenómeno ovni. “Sí, voy a llegar al fondo de todo esto” declaró la exsecretaria de Estado tras ser cuestionada al respecto durante una reunión con la junta editorial del periódico The Conway Daily Sun, de New Hampshire.
En esa ocasión, habló sobre la afición del presidente de su campaña sobre el tema. “Él me ha hecho personalmente prometer que vamos a obtener la información”, dijo Clinton.
“De lo que he hablado con la secretaria, y lo que lo ha dicho en público, es que cuando ella llegue a la Oficina Oval, si es elegida presidente, va a preguntar y desclasificar las grabaciones que tenga el gobierno de Estados Unidos. Creo que ese es un compromiso que ella intentará mantener y yo la apoyaré”, explicó meses después Modesta a CNN.
Dudas y cálculos mezquinos
Otros documentos revelados por Wikileaks, dan cuenta de cómo el equipo de campaña de Hillary Clinton pensó en utilizar el oleoducto Keystone como medio de “desviar” la atención de la polémica sobre los correos electrónico.
El proyecto de oleoducto, finalmente abandonado por el gobierno de Barack Obama en noviembre de 2015, centró el debate sobre energía y medio ambiente en Estados Unidos y fue ferozmente combatido por el rival de Clinton en las primarias demócratas, Bernie Sanders.
Pocos meses antes de esa decisión, en agosto, uno de los asesores de Clinton se preguntó acerca de la mejor forma de exponer la oposición de la candidata presidencial demócrata al oleoducto Keystone, ya que hasta ese momento jamás se había pronunciado sobre el asunto.
“Buscamos un buen modo de filtrar su oposición al oleoducto sin que tenga que decirlo ella misma”, sugirió el asesor Dan Schwerin.
Uno de sus colegas propuso una solución diferente: revelar públicamente su oposición. Esto “suscitaría críticas pero podría ayudar a desviar la atención de los correos electrónicos”.
La polémica sobre el servidor privado usado por Clinton cuando era secretaria de Estado estaba entonces en su apogeo, lo que la obligó en septiembre a pedir disculpas en público.
La aspirante demócrata expuso finalmente en público su oposición durante un mitin de campaña a fines de septiembre de 2015.
Los mensajes electrónicos publicados por Wikileaks revelan asimismo las dudas de la candidata durante las primarias sobre su apoyo a una ley que separa los bancos comerciales de los bancos de inversión, uno de los caballos de batalla de Bernie Sanders y del ala izquierda del Partido Demócrata.
“Comprendo que nos exponemos a la acusación de no ser sinceros si ahora ‘cambiamos’ de posición (y Clinton pasaba a defender esa ley), pero también nos expone a riesgos políticos”, indicó una asesora, que temía que una influyente senadora se pasara a las filas de Sanders.
Clinton se negó finalmente a defender el proyecto de ley.
El equipo de campaña de la candidata acusó luego a Wikileaks de hacerle el juego a Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca.