Un equipo internacional de investigadores, integrado por académicos de la Universidad de Northumbria (Reino Unido), utilizó datos satelitales para monitorear los cambios del deshielo de Groenlandia y mostrar una imagen en conjunto.
Sus mediciones, publicadas en Geophysical Research Letters, revelan que los datos obtenidos por los satélites CryoSat-2 e ICESat-2 coinciden en un 3 por ciento en cuanto a los cambios de elevación de la capa de hielo de la enorme isla ubicada entre los océanos Atlántico Norte y Ártico.
Lo anterior, confirma que los satélites pueden combinarse para producir una estimación más fiable de la pérdida de hielo, en contraste con la que cualquiera de ellos podría lograr por separado. Asimismo, si una misión fallara, se podría confían en la otra para mantener el registro del cambio de hielo polar.
“Las capas de hielo polares están reaccionando al calentamiento climático. Los cambios en su altura se pueden utilizar para estudiar los cambios en las nevadas, el derretimiento de la superficie, el flujo de los glaciares y la contribución del nivel del mar”, refiere la publicación del 20 de diciembre.
Para analizar los cambios del hielo polar, los científicos usaron cuatro años de mediciones simultáneas registradas por CryoSat-2 de la Agencia Espacial Europea (ESA) y ICESat-2 de la NASA.
CRYOSAT-2 E ICESAT-2 PERMITEN LA IMAGEN DEL DESHIELO DE GROENLANDIA
Ambos satélites llevan altímetros como sensor principal, pero utilizan tecnologías diferentes para recopilar sus mediciones. CryoSat-2 lleva un sistema de radar para determinar la altura de la superficie de la Tierra, mientras que ICESat-2 tiene un sistema láser para la misma tarea.
“Demostramos que las diferencias entre radar y láser a escala de la capa de hielo son, de hecho, una pequeña proporción (menos 10 por ciento) de los cambios de altura que se están produciendo. Esto significa que cualquiera de los dos sistemas se puede utilizar con confianza para estudiar los efectos del cambio climático en las capas de hielo polares”, explica el estudio.
Las misiones son complementarias por lo siguiente: aunque las señales de radar pueden atravesar las nubes, también penetran en la superficie de la capa de hielo y deben ajustarse para tener en cuenta este efecto. En tanto, las señales de láser se reflejan en la superficie real, pero no pueden funcionar cuando hay nubes.
De acuerdo con los investigadores, la capa de hielo de Groenlandia ha perdido masa progresivamente durante la era de los satélites, lo que ha elevado el nivel global del mar. En contexto, CryoSat-2 e ICESat-2 se lanzaron en 2010 y 2018, respectivamente, por lo que ahora hay más de cuatro años de superposición entre sus registros de medición.
“Las temperaturas del aire del Ártico se han calentado a un ritmo casi cuatro veces superior al promedio mundial en las últimas décadas, lo que ha provocado cambios drásticos en la capa de hielo regional”, afirman los investigadores.
UN GRAN PASO EN EL SEGUIMIENTO DE LA PÉRDIDA DE HIELO POLAR
Entre 2010 y 2023 la capa de hielo de Groenlandia se redujo en 1.2 metros, en promedio. Sin embargo, el adelgazamiento en el borde la capa de hielo (la zona de ablación) fue cinco veces mayor, alcanzando una media de 6.4 metros. El adelgazamiento más extremo se produjo en los glaciares de salida de las capas de hielo, muchos de los cuales están acelerando su crecimiento.
A tenor de los autores, el derretimiento del hielo en esta isla afecta la circulación oceánica global y altera los patrones climáticos. Estos cambios tienen efectos de gran alcance en los ecosistemas y las comunidades de todo el mundo.
“Estamos muy emocionados de haber descubierto que CryoSat-2 e ICESat-2 coinciden tanto. Su naturaleza complementaria proporciona una fuerte motivación para combinar los conjuntos de datos para producir estimaciones mejoradas del volumen de la capa de hielo y los cambios de masa. Dado que la pérdida de masa de la capa de hielo es un factor clave en el aumento del nivel del mar”, sostuvo el investigador principal Nitin Ravinder.
Por su parte, Thorsten Markus, científico del proyecto ICESat-2 de la NASA, argumentó que es “es fantástico ver que los datos de las ‘misiones hermanas’ brindan una imagen consistente de los cambios que están ocurriendo en Groenlandia”.
En resumen, estas misiones representan un importante paso adelante en el seguimiento de la pérdida de hielo polar y la preparación de sus consecuencias globales. N