Marty Kedian ha hecho historia al ser la primera persona en someterse con éxito a un innovador trasplante de laringe y recuperar la voz. Este procedimiento ahora brinda esperanza a miles de personas que han perdido la voz y la capacidad de tragar y respirar por cuenta propia debido a la disminución de la función laríngea o a la pérdida total de la laringe.
Este es el tercer trasplante de laringe conocido en Estados Unidos y el primer caso realizado en un paciente con un cáncer activo como parte de un ensayo clínico. También es el primer trasplante total de laringe de la Clínica Mayo.
Los expertos indicaron que el trasplante de laringe de Marty Kedian es un hito fundamental para hacer que este procedimiento “raro” esté disponible como una cirugía científicamente probada, segura y efectiva para una población más amplia.
El equipo de cirujanos realizó el trasplante, que duró 21 horas, el 29 de febrero pasado. Cuatro meses después de la cirugía Marty ha recuperado el uso de su voz y su capacidad para tragar y respirar por su cuenta, con lo que ha superado las expectativas del equipo médico de trasplante. Para Marty marca el comienzo de su búsqueda para romper el silencio sobre el trasplante de laringe.
“Me encanta hablar con la gente donde quiera que vaya”, dice Marty. “Soy ese tipo en el partido de beisbol que no conoce a nadie sentado a su alrededor, pero al final del juego soy amigo de todos en mi sección”.
El mundo de Marty cambió en 2013 cuando fue al médico después de darse cuenta de que tenía problemas para tragar la comida. “La comida se me estaba quedando atrapada en la garganta. Pensé que tenía alergias. Realmente no pensé nada en ello”, recuerda.
CON EL TRASPLANTE DE LARINGE RECUPERÓ SU VIDA
Una serie de pruebas reveló que Marty tenía una forma rara de cáncer de laringe llamada condrosarcoma. Los médicos le dijeron a Marty que necesitaba cirugía. “Fue una sorpresa”, recuerda Marty.
“Fue devastador. No iba a morir, pero tenía un trabajo que requería que hablara con la gente todo el día”. Durante 35 años, Marty trabajó en una imprenta local hablando con clientes en Haverhill, Massachusetts, Estados Unidos, donde vive con su esposa, Gina, y su familia.
Marty se sometió a su primera cirugía en 2014. Durante los siguientes 10 años, siguieron docenas más, reduciendo la voz de Marty a un susurro áspero. Ya no podía respirar por su cuenta, Marty se sometió a una cirugía para que le insertaran un tubo de traqueotomía para que pudiera respirar a través de un agujero en la parte delantera de su cuello.
“Dondequiera que fuera, lo primero que la gente me preguntaba era: ‘¿Cuántos cigarrillos fumaste al día?’ Nunca he fumado un cigarrillo en mi vida”, dice Marty.
“Después de un tiempo, simplemente no quería salir a ninguna parte. Estaba vivo, pero no estaba vivo”. Finalmente le dijeron a Marty que su última opción era una laringectomía total o la extracción de su caja de voz. Él se negó. “No quería una laringectomía. Quería encontrar una manera de recuperar mi calidad de vida”, dice Marty.
LA EXTIRPACIÓN DEL CÁNCER ERA LA PRINCIPAL PRIORIDAD
Uno de los mayores desafíos para avanzar en el trasplante laríngeo como opción para los pacientes con cáncer como Marty ha sido el riesgo asociado con el uso de la terapia inmunosupresora. A los pacientes trasplantados se les administran medicamentos inmunosupresores para reducir la respuesta inmunitaria del cuerpo, lo que reduce el riesgo de rechazo de órganos.
Sin embargo, la inmunosupresión también aumenta el riesgo de propagación del cáncer. Marty ya estaba en inmunosupresores debido a un trasplante de riñón hace años.
La extirpación del cáncer era la principal prioridad del equipo quirúrgico. “Primero, extirpamos la laringe cancerosa de Kedian”, explican los expertos. “Entonces, con la confianza de nuestro equipo de que el cáncer había desaparecido, nos centramos en el trasplante. Todo el procedimiento fue mejor de lo que esperábamos”.
Además de la laringe, los cirujanos trasplantaron la faringe, la tráquea superior, el esófago superior, la tiroides y las glándulas paratiroides, los vasos sanguíneos y los nervios. Cuatro meses después de su trasplante, Marty recuperó 60 por ciento de su voz.
Los médicos dicen que seguirá mejorando a medida que se cure durante el próximo año. También ha recuperado la capacidad de tragar y respirar por su cuenta. “Es realmente increíble”, dice Marty. La terapia del habla y la deglución en la Clínica Mayo ha sido una parte importante de la recuperación de Marty. N