“La lucha mundial contra la mutilación genital femenina (MGF) se ve comprometida por el hecho de que las familias cruzan las fronteras para someter a las niñas a este procedimiento”, advirtió este viernes 14 de junio un nuevo informe de la Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que advierte de la existencia de “centros transfronterizos y transnacionales” de la MGF.
Según la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (HCDH), la mutilación genital femenina (MGF) continúa en todo el mundo, en parte debido a su “naturaleza clandestina”, pero también a la práctica de cruzar las fronteras nacionales.
“Los estados de todo el mundo deben asegurarse de adoptar un enfoque global concertado que aborde las causas profundas y las consecuencias de la MGF, incluida la armonización de sus marcos legales y políticos y la vigilancia de su implementación, si realmente quieren cumplir con sus compromisos de poner fin a esta práctica perjudicial en todo el mundo”, dijo Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
Basándose en una extensa investigación documental y contribuciones de estados y organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo, el informe indica que alrededor de 4.3 millones de niñas corrían el riesgo de sufrir mutilación genital femenina en 2023.
La mutilación genital femenina transfronteriza se produce cuando niñas o mujeres de un país que prohíbe la mutilación genital femenina son llevadas a través de las fronteras nacionales a países vecinos que no han prohibido esta práctica perjudicial o que no hacen cumplir las leyes penales existentes. Ahí hay centros transnacionales o transfronterizos donde se practica la mutilación a las niñas y jóvenes.
EN EUROPA TAMBIÉN SE COMETE LA MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA
La mutilación genital femenina se practica a menudo durante las vacaciones de verano, por lo que la cicatrización puede hacerse antes de la vuelta a la escuela. También se ha informado de que las niñas sufren mutilaciones genitales en Australia, Canadá, el Reino Unido, Irlanda del Norte y Estados Unidos de América.
En la Unión Europea, más de 600,000 mujeres vivirían con las consecuencias de la mutilación genital femenina. En Estados Unidos medio millón de niñas y mujeres habrían sufrido mutilaciones genitales en el pasado o podrían correr el riesgo de sufrirlas en el futuro.
Según un estudio realizado por las autoridades públicas en Australia, 53,000 niñas y mujeres que residían en el país en 2017 habrían sufrido mutilación genital, pero según las estimaciones de los actores de la sociedad civil, el número de víctimas podría ascender a 200,000.
La ONU ha recibido información de organizaciones de la sociedad civil de que, en algunos casos, las niñas no serían llevadas a su país de origen para ser excisadas, sino a un tercer país, verdaderos “puntos de convergencia” transnacionales para la mutilación genital femenina.
ÁFRICA Y ASIA, LAS REGIONES MÁS PELIGROSAS PARA LAS NIÑAS
Las niñas y las mujeres jóvenes que viven en comunidades fronterizas son especialmente vulnerables, ya que las zonas fronterizas suelen acoger comunidades cuyos vínculos culturales y étnicos van más allá de las fronteras nacionales. El informe también indica que, en algunos casos, son los “exicios” los que cruzan las fronteras para practicar el procedimiento perjudicial.
Varios estudios muestran que en África, niñas y mujeres jóvenes cruzan fronteras para sufrir mutilaciones genitales femeninas, viajando en particular de Kenia a Etiopía, Somalia, Tanzania y Uganda; de Uganda a Kenia; de Burkina Faso, de Costa de Marfil, de Mauritania y de Senegal a Mali; de Ghana a Togo y Burkina Faso; así como de Gambia a Senegal.
Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), más de 230 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilaciones genitales, de las cuales más de 144 millones la padecieron en África y más de 80 millones en Asia. N