La policía de Ecuador irrumpió este viernes 5 de abril por la noche en la embajada de México en Quito y detuvo al exvicepresidente Jorge Glas, refugiado desde diciembre en la legación, lo que derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
“Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual le he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el gobierno de Ecuador”, escribió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la red social X.
Ecuador defendió la medida alegando que hubo un “abuso de las inmunidades y privilegios” concedidos a la misión diplomática, según un comunicado de la secretaría de Comunicación de la presidencia (Segcom).
En imágenes difundidas por medios locales se ve como los uniformados entran en la legación, ubicada en el norte de Quito y resguardada por policías y militares, para detener a Glas, a quien México concedió asilo el mismo viernes.
En medio de un fuerte dispositivo de seguridad, varios vehículos salieron de la embajada y detrás de uno de ellos corría Roberto Canseco, jefe de la misión diplomática, gritando: “¡No puede ser, es un atropello!”.
Me acaba de informar Alicia Bárcena, nuestra secretaria de Relaciones Exteriores que policías de Ecuador entraron por la fuerza a nuestra embajada y se llevaron detenido al exvicepresidente de ese país quien se encontraba refugiado y tramitando asilo por la persecución y el acoso…
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 6, 2024
Agentes impidieron que Canseco se acercara a uno de los autos y en el forcejeo cayó al piso, según imágenes del canal Ecuavisa. “Es un atropello, es contra la norma, no puede ser”, dijo el diplomático tras levantarse.
La canciller mexicana Alicia Bárcena denunció en X “lesiones sufridas por el personal” de la embajada durante la incursión policial. Razón por la que “México anunció el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador”. Y advirtió que su país recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar a Ecuador.
“NINGÚN DELINCUENTE PUEDE SER CONSIDERADO UN PERSEGUIDO POLÍTICO”
En declaraciones a Milenio TV, Bárcena dijo también que “se nota claramente la agresión física que ha sufrido nuestro jefe de cancilleria”, quien se encuentra bien, “lo mismo que el resto del personal”.
Glas, quien ya estuvo preso por corrupción, fue trasladado a una unidad de la fiscalía en Quito. Sobre él pesa una orden de prisión en el marco de una indagación por el presunto delito de apropiación o uso ilegal de bienes del Estado.
La decisión de otorgarle asilo tensó las relaciones bilaterales antes de lo ocurrido en la embajada en Ecuador. El jueves Quito ya decidió expulsar a la embajadora mexicana Raquel Serur tras las declaraciones de López Obrador sobre la violencia política en el país sudamericano.
La Segcom señaló que “toda embajada tiene una sola finalidad: servir como un espacio diplomático con el objetivo de estrechar las relaciones entre los países”. Agregó que “ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político. Jorge Glas ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes”.
El expresidente Rafael Correa, prófugo y condenado a ocho años de cárcel por corrupción, escribió en X que “ni en las peores dictaduras se ha violado la embajada de un país”.
“Responsabilizamos a Daniel Noboa [presidente de Ecuador] de la seguridad e integridad física y sicológica del exvicepresidente Jorge Glas”, agregó Correa (2007-2017).
“INCREÍBLE EL INGRESO DE LA POLÍCIA DE ECUADOR A LA EMBAJADA”
Canseco, quien tildó de “increíble” el ingreso de la policía a la embajada, relató a la prensa que los funcionarios estaban por salir de la sede diplomática cuando se encontraron con los uniformados.
El diplomático consideró que “no hay fundamento” para la incursión policial. Además, recalcó que Glas “es una persona perseguida como lo podemos constatar el día de hoy”.
Por su parte, la cancillería de Ecuador sostiene que Glas enfrenta un proceso por corrupción. En ese sentido, otorgarle asilo “apoya una evasión a la justicia del Estado ecuatoriano y promueve la impunidad”.
Jorge Glas, exvicepresidente entre 2013 y 2017 del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017), está acusado de desviar fondos públicos destinados a la reconstrucción de poblados costeros. Lo anterior, después de un devastador terremoto en 2016.
En otro proceso, el exfuncionario fue condenado en diciembre de 2017, cuando había sido reelegido, a seis años de cárcel por la trama de corrupción de la firma brasileña Odebrecht. En 2022 obtuvo su libertad condicional al beneficiarse de un recurso de habeas corpus. Este último es un procedimiento que se sigue cuando se considera que se ha producido una detención ilegal.
Antes de la detención, Ecuador calificó de “ilícito” el asilo otorgado por México. En esa vía, insistió en que no otorgará el salvoconducto para que Glas vaya a México, que en los últimos años ha concedido asilo o refugio a correístas como el excanciller Ricardo Patiño y los diputados Soledad Buendía, Carlos Viteri y Gabriela Rivadeneira. N
(Con información de AFP)