La industria maquiladora en Baja California ha sido un motor clave para el crecimiento económico y el desarrollo regional. Las maquiladoras, también conocidas como plantas de ensamblaje o fábricas de producción, son empresas manufactureras que importan materias primas y componentes para ensamblar productos destinados principalmente a la exportación. En Baja California, este sector ha experimentado un crecimiento significativo en las últimas décadas, convirtiéndose en uno de los principales motores económicos de la región.
En este campo laboral, las mujeres han desempeñado un papel fundamental que a menudo pasa desapercibido, pero su contribución es esencial para el funcionamiento y la prosperidad de esta industria. Aunque es importante enfatizar, como bien indica la investigadora del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte Marlene Solís indica que “hubo un tiempo en que la industria maquiladora contrataba principalmente mujeres, debido a que los administradores de las empresas decían que las mujeres eran más dóciles y más hábiles con el trabajo de ensamble, en el cual se empelaban principalmente las manos, e implicaba menos esfuerzo físico; sin embargo, con los años, los hombres empezaron a ingresar al mismo nivel, en el año 2006 eran casi 50% hombres y 50% mujeres, claro, hay empresas donde hay más presencia femenina como en la industria electrónica”. Por otra parte, se debe de tener en cuenta que una de las razones de la creciente presencia de mujeres en la industria maquiladora es su habilidad para desempeñar una amplia gama de roles con eficiencia y destreza. Las mujeres trabajadoras son conocidas por su atención al detalle, su capacidad para seguir instrucciones precisas y su compromiso con la calidad en la producción. Estas cualidades son altamente valoradas en un entorno donde la eficiencia y la precisión son cruciales para el éxito del negocio.
Además, la industria maquiladora ofreció durante mucho tiempo oportunidades laborales estables y bien remuneradas para muchas mujeres en Baja California. Para muchas de ellas, trabajar en una maquiladora significaba tener un empleo seguro y con beneficios, lo que les permite mejorar su calidad de vida y la de sus familias. Esto es especialmente importante en una región donde el desempleo y la informalidad laboral son problemas persistentes.
Sin embargo, a pesar de su contribución significativa, las mujeres en la industria maquiladora también enfrentan desafíos y obstáculos únicos. La brecha salarial de género, la falta de oportunidades de avance profesional y las condiciones laborales precarias son solo algunos de los problemas que afectan a las trabajadoras en este sector. Es crucial que las empresas y las autoridades trabajen juntas para abordar estas cuestiones y garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas.
En un artículo aparecido en versión electrónica del Sol de Tijuana se lee, la opinión de la doctora Cirila Quintero, investigadora de El Colegio de la Frontera Norte: la participación de las mujeres en la industria maquiladora se dio desde el origen de esta en los años 60. Prácticamente les tocó forjar con su esfuerzo el nacimiento de esa industria debido a que ocupaban 80% de la fuerza laboral y así fue hasta principios de los años 80 cuando empezó el declive. Hay una gran deuda social para las mujeres que trabajan en este sector productivo.”
Sin duda alguna las mujeres desempeñan un papel indispensable en la industria maquiladora de Baja California. Su arduo trabajo, dedicación y habilidades son fundamentales para el éxito y la competitividad de este sector clave de la economía regional. Reconocer y valorar la contribución de las mujeres trabajadoras es fundamental para construir una industria más justa, equitativa y sostenible para todos. En este contexto, las mujeres han representado, durante mucho tiempo, una parte significativa de la fuerza laboral en la industria maquiladora. N