“Íbamos allí todas las noches, era como estar en casa”, cuenta en su cama de hospital Mykyta, con el rostro y el cuerpo lacerados por esquirlas de los misiles que este martes 27 sembraron la devastación en un restaurante de Kramatorsk, en el este de Ucrania.
Este joven de 23 años, que prefiere no revelar su profesión aunque se identifica como civil, estaba ese día con unos amigos en Ria Pizza, un popular establecimiento de comida del centro de la ciudad, cuando hacia las 19:30 horas se precipitó el drama.
“Escuchamos un silbido, como el de un avión en vuelo. Alguien gritó: ‘Todos al suelo’. Cuando estábamos en el piso hubo una explosión y ya no recuerdo nada”, relató el jueves a AFP.
Cuando recuperó el conocimiento, Mykyta vio a la gente correr hacia un sótano y logró abrirse paso junto a un amigo para huir de las llamas que empezaban a devorar el lugar. Ya fuera del local, empezó a ayudar a los heridos, pero volvió a sentirse mal y fue llevado al hospital.
Según el último balance de las autoridades ucranianas, el bombardeo dejó 12 muertos y 65 heridos. Ucrania acusó del bombardeo a Rusia, que se limitó a decir que no ataca blancos civiles. Kramatorsk es la única gran ciudad del este de Ucrania que no cayó en manos de las tropas rusas que en febrero de 2022 invadieron el país.
BEBÉ DE NUEVE MESES, UNA DE LAS VÍCTIMAS DEL RESTAURANTE DE UCRANIA
Mykyta sufrió heridas leves por la metralla, moretones y una contusión cerebral. “Algunos de los muertos, el personal del restaurante, eran mis amigos, los conocía bien”, lamenta.
Los empleados de Ria Pizza organizaron este jueves 29 de junio un homenaje a sus siete colegas muertos, con sus retratos junto a velas. Mykyta afirma ahora que se siente con “un espíritu combativo”.
“Siento odio (por los rusos) porque están perpetrando un genocidio contra el pueblo ucraniano”, afirma.
Los hospitales de Kramatorsk recibieron decenas de heridos y los pacientes más graves fueron derivados a un centro en Dnipró, a 250 kilómetros, incluyendo un bebé de nueve meses, indicaron los médicos. El traumatólogo Sergiy Fatianov dijo que la mayoría de los heridos presentaron lesiones en el cráneo, en la columna vertebral y contusiones múltiples. “La mayoría de las víctimas fueron heridas por el colapso del techo”, explicó.
El neurocirujano Vitaliy Savenkov, de 58 años, indicó que 70 heridos llegaron al hospital, un cuarto de ellos en estado grave. “Yo operé a la víctima que estaba más grave”, relató, en referencia a la escritora ucraniana Victoria Amelina.
LA ESCRITORA VICTORIA AMELINA ESTABA CONSIDERADA PARA LA FIL GUADALAJARA 2023
Amelina fue hospitalizada en Dnipró con “múltiples fracturas en la base del cráneo (…) Ahora está en la unidad de cuidados intensivos”, agregó Savenkov. La escritora estaba considerada para la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara 2023.
“Esta mañana anunciamos la invitación por la Unión Europea de la escritora ucraniana Victoria Amelina a la FIL Guadalajara 2023. Esta tarde, ella se encuentra en un estado crítico por otro cobarde crimen de guerra ruso. Un abrazo solidario a nuestros tres valientes amigos colombianos”, escribio en Twitter Gautier Mignot, embajador de la Unión Europea en México.
Amelina se hallaba en el restaurante de Ucrania con tres colombianos, entre ellos el escritor Héctor Abad Faciolince y el excomisionado de paz Sergio Jaramillo, que sufrieron heridas leves. Ria Pizza era un restaurante muy popular entre militares, voluntarios de organizaciones civiles y periodistas.
Los cocineros amasaban la masa de las pizzas a la vista de los clientes. La decoración consistía en una serie de botellas y no se servía bebidas alcohólicas. El bombardeo también provocó daños en los edificios vecinos.
Al otro lado de la calle, Volodimir Kovalenko repara los marcos de sus ventanas. Este saxofonista de 74 años estaba tocando su instrumento cuando cayó se produjo el bombardeo.
“Hubo tal estruendo que esta ventana se cayó. Mi mujer estaba en la cocina y se cayó al suelo. Era imposible no caerse, ya que la onda (expansiva) fue muy fuerte”, muestra el músico de jazz.
El músico dijo que no tuvo miedo en el momento, debido a la conmoción, pero que “la sensación de miedo llegó después”. N