En Singapur, el Parlamento revocó este martes 29 de noviembre una ley contra la homosexualidad masculina, que databa de la época colonial británica y era criticada como discriminatoria para la comunidad LGBTQ.
La ley en cuestión castigaba el sexo entre hombres hasta con dos años de prisión, aunque en la práctica ya no se aplicaba. El Parlamento revocó la ley con 93 votos a favor, tres en contra y ninguna abstención.
“Me siento agradecido y afortunado de haber vivido la culminación de nuestra lucha de 12 años” por tumbar esa ley, dijo Roy Tan, un médico que había impugnado el texto sin éxito ante los tribunales. Según él, este cambio alumbra “un nuevo capítulo en la historia de la comunidad LGBTQ en Singapur”.
“Estoy feliz de que finalmente haya sucedido”, dijo a AFP Justin, un miembro de la comunidad LGBTQ que sólo quiso dar su nombre. “Una razón menos para mí de ocultar mi verdadero yo, a raíz de una ley arcaica. Pero es sólo el primer paso para terminar con el estigma social y religioso que ha tenido esta comunidad por unas creencias anticuadas y la censura en los medios”, agregó.
SINGAPUR CIERRA LA PUERTA AL MATRIMONIO HOMOSEXUAL
El Parlamento también cerró las puertas al matrimonio homosexual. Ello tras enmendar la Constitución para fortalecer la definición tradicional de matrimonio entre un hombre y una mujer.
El primer ministro, Lee Hsien Loong, dijo que la medida supone un “paso importante para Singapur”. A su vez pidió moderación a todos los partidos, en una publicación difundida en Facebook por la noche.
El mandatario indicó que hicieron falta meses de “incontables diálogos” en los que participaron miles de personas para lograr un “consenso nacional” sobre ese tema.
El ministro de Interior y Justicia, K. Shanmugam, dijo al final de los debates el martes que la derogación de la ley fue “lo correcto”, pues no hay “consideraciones públicas que justifiquen que el sexo privado y consentido entre hombres sea un delito”.
Además, defendió igualmente la enmienda constitucional, pues de lo contrario el concepto de matrimonio tradicional, dijo, podría verse amenazado en los tribunales y con él todas las políticas públicas basadas en dicha definición.
“No hay planes de cambiar esa definición para incluir los matrimonios entre personas del mismo sexo”, enfatizó el ministro de Promoción Familiar y Social, Masagos Zulkifli, cuya oficina promovió la enmienda constitucional.
“Los líderes religiosos o cualquier otra persona autorizada a esos fines no puede oficializar una pareja entre parejas del mismo sexo. Eso va contra la ley”, añadió. N