NUEVA YORK, EE. UU.— Algo de Sarah Jessica Parker se filtra en sus personajes. Desde que entra en la habitación destinada para esta entrevista, su vestido de pana morado con holanes setenteros, las medias negras transparentes y zapatos de diamantina plateada nos transportan inmediatamente a las noches de Sex and The City, en las que una Carrie Bradshaw, en sus años 30, exploraba Nueva York con sus amigas. De igual manera, sus expresiones mientras habla son idénticas a las de su personaje Frances en la serie Divorce.
Con los Globos de Oro apenas unos días atrás, Parker se encuentra abierta a tocar el tema que tanto ha hecho temblar a múltiples estudios de Hollywood y de otros lugares de Estados Unidos, y es que no ha pasado más de un mes de que ella misma se sumó a la causa por la equidad de género dentro de la industria cinematográfica en este país.
“Las cosas están cambiando —sentencia Parker—. la organización y la disciplina requerida para que todos usaran negro fue demasiado, pero ver a la gente entusiasmada y con energía de cambiar las cosas hace que todo valga la pena. Se notó en los discursos. Cada uno tiene distintas formas de expresar lo que sienten sobre este momento en particular, este es un nuevo capítulo para la industria y cada quien está intentando hacer lo correcto. El punto no es lo que pasó en los Globos de Oro, lo emocionante es la siguiente conversación: ¿cómo vamos a trabajar por una paridad de calidad, por ambientes de trabajo más sanos para todos? ¿Cómo hablamos de sindicatos y cómo vamos a crear un código de conducta universal?”.
Esta mujer, de 52 años, es madre de tres hijos, ha sido esposa de Mathew Broderick por más de 25 años y sabe que no es momento de dar siquiera un paso atrás. La conversación está abierta y ahora es turno de que las mujeres tengan la palabra.
“Son conversaciones grandes e importantes, pero creo que es imposible que alguien no participe, no se puede. En lo personal, estoy emocionada, creo que los Globos de Oro fueron el lanzamiento de este movimiento. Y como todos los movimientos, tiene que acomodarse, porque hasta hoy ha habido muy pocas mujeres haciendo demasiado trabajo”.
Parker intuye que la siguiente pregunta será: ¿cómo van a seguir adelante con este movimiento?, pues sin que yo diga nada, rompe el breve silencio: “Creo que estamos tratando de averiguar cómo hay que hacer esto. Ya trajimos a profesionales que han estado trabajando con este tema por mucho tiempo, estudiando a las industrias del entretenimiento, luchando por aumentar la participación de las mujeres en la escena. Hay quienes están trabajando cuestiones de salario, ¿qué es eso de salario según el género? Hemos traído también a expertos en sindicatos. Hemos hecho un fondo de defensa legal que empezó hace poco y ya hemos recaudado más de 17 millones de dólares. Entonces, está pasando mucho y vamos a lograr justicia”. En su rostro se ve la seguridad de una mujer que sabe cómo mantener las cosas bajo control.
Al hablar de los abusos en la industria y de su experiencia personal en torno a ello, Sarah Jessica dice no poder compararse con lo que han vivido sus compañeras. “Creo que los problemas que he experimentado son generacionales he sido tratada como si, por ser mujer, mi opinión valiera menos, como subordinada sin serlo, en realidad. Sí, he tenido experiencias que no han sido placenteras, pero no se comparan con las historias de abusos sexuales y crímenes graves que he escuchado. He sido actriz por muchos años y he estado en situaciones en las que hubiera preferido no estar, pero no las puedo comparar con lo que he escuchado de otras mujeres”.
Este es un fragmento de la entrevista conSarah Jessica Parker, “Es turno de que las mujeres tengamos la palabra”. Para leerlo completo compra la edición de Newsweek en Español de esta semana.