La industria cinematográfica de Bollywood, parte integral de la identidad cultural de India, se enfrenta a una crisis económica histórica, con las plataformas de “streaming” extranjeras y las producciones del sur pisándole los talones.
Los cines de Bombay, centro neurálgico de la industria bollywoodiense, cuyos ingresos están por los suelos desde el final de los confinamientos por covid, están cerrando sus puertas.
“Es la peor crisis jamás vivida”, afirma a la AFP Manoj Desai, un viejo propietario de un cine en Bombay. Algunas sesiones fueron anuladas porque “no había público”.
El gigante de Asia del sur con 1,400 millones de habitantes produce de media 1,600 películas al año, más que ningún otro país. Tradicionalmente, las películas de Bollywood siempre atrajeron a multitudes en el país, que veneraban a las estrellas como a dioses y acudían a los estrenos.
Sin embargo, las últimas tres producciones de la estrella Akshay Kumar fueron un fracaso. Otra superestrella, Aamir Khan, también tropezó con Laal Singh Chaddha, una nueva versión de Forrest Gump.
PELÍCULAS DE BOLLYWOOD APENAS LOGRAN SU OBJETIVO
Solo una quinta parte de las 50 películas de Bollywood estrenadas el año pasado alcanzaron sus objetivos, aseguró el analista de medios Karan Taurani de Elara Capital. Antes de la pandemia, la mitad lo conseguía. En cambio, varias producciones en idioma telugu (Tollywood) en el sur de India, que compite con los filmes en hindi de Bollywood, están triunfando.
La mitad de los ingresos de películas en hindi, entre enero y agosto de 2021, procedían de obras del sur dobladas al hindi, precisa Soumya Kanti Ghosh, consejero económico jefe del State Bank of India.
El auge de las plataformas de “streaming”, acentuado por los confinamientos, también fue un duro golpe para Bollywood. Los servicios de empresas locales y extranjeras, como Netflix, Amazon Prime y Disney+ Hotstar, tienen 96 millones de suscriptores, estimó el gobierno.
El precio de la suscripción mensual a una de estas plataformas es ligeramente más caro que una sola entrada de cine de 100-200 rupias (1.20 – 2.45 dólares). El público descubrió contenidos locales e internacionales en línea, películas en idiomas regionales telegu, tamil, malabar o canarés del sur del país, y se dio cuenta de que “sus cineastas cuentan historias más interesantes”, explicó el critico Raja Sen.
FALTA CALIDAD
Los críticos reprochan a Bollywood un cine elitista en un país con 70 por ciento de población rural, lo que deja de lado a gran parte del público. Sin embargo, el auge de Tollywood con películas como “Pushpa: The Rise” et “RRR” que hablan del pueblo, con una estética cuidada y canciones y bailes al estilo de Bollywood, tiende a demostrar que la industria cinematográfica del sur produce más y mejor.
Una superestrella en cabeza de cartel ya no garantiza el éxito, según Taurani, que considera “alarmantes” las dificultades de Bollywood. “El público quiere una estrella, pero también quiere que la película sea convincente”, añadió.
Según los espectadores contactados por la AFP delante de un cine en Bombay, el verdadero problema es la falta de calidad de gran parte de las películas.
“La historia debe ser buena, que esté bien tratada” para que la gente se desplace, declaró Preeti Sawant, una estudiante de 22 años.
Akshay Kumar, apodado “el hombre de la industria”, citado en agosto por el periódico India Express, compartía la misma opinión.
“Si mis películas no funcionan, es por nuestra culpa, por mi culpa. Debo renovarme, debo comprender lo que quiere el público”, abundó. N
(Con información de AFP)