El mundo está transitando hacia un entorno en el cual los inversionistas, las empresas globales y los desarrolladores inmobiliarios industriales están incorporando métricas para disminuir su impacto ambiental, tener altos estándares de cumplimiento corporativo y contribuir a alcanzar las metas de desarrollo sostenible.
Hace más de diez años comenzaron a surgir los tres grandes impulsores para el sector inmobiliario industrial: los certificados de capital de desarrollo (CKD), los fideicomisos de inversión en bienes raíces (FIBRA) y los certificados bursátiles fiduciarios de proyectos de inversión (CERPI).
Hoy en día se escucha cada vez más que los mercados de valores mundiales están promoviendo la inversión y el uso de bonos temáticos, los cuales son certificados bursátiles centrados en financiar proyectos que busquen problemas específicos. Este tipo de bonos se divide en dos:
- Destinados al tipo de recurso como los verdes, sociales, de transición y azules.
- Ligados a indicadores claves de desempeño (KPI-linked) como los bonos ligados a la sostenibilidad (SLB, por sus siglas en inglés).
De acuerdo con el reporte emitido por The Climate Bond Initiative, en 2021 estos bonos captaron más de 11,000 millones de dólares ese año, lo que representó 46 por ciento más comparado con 2020. El reporte también menciona que los bonos verdes siguen siendo la mayor fuente de deuda con 49 por ciento del total y que los bonos ligados a la sostenibilidad son los que mostraron mayor crecimiento.
INVERSIONES E IMPACTO
Este crecimiento acelerado se debe a que las empresas, además de tomar en consideración el retorno que darán las inversiones, se preocupan del impacto que tendrán. Por tal motivo, no es de asombrarse que se estén incorporando especialistas en ASG (ambientales, sociales, gobernanza) en la estructura organizacional de las empresas y en sus comités de inversión.
Los bonos temáticos más conocidos en México son los bonos verdes, los cuales están destinados a desarrollar infraestructuras responsables con el planeta. En los últimos años estos han sido utilizados por varios desarrolladores inmobiliarios industriales con el objetivo de ampliar su cartera de edificios con construcción sustentable.
Lo anterior no significa que se dejen de utilizar instrumentos como los CKD, las FIBRA, y los CERPI. Más bien, que la tendencia es que los inversionistas de estos instrumentos también están empezando a realizar investigaciones y a sostener pláticas de seguimiento enfocadas en la estrategia que tienen las empresas ante temas de ASG y, sobre todo, la forma en la que lo reportan.
Ya sea que los bonos se cataloguen o no como temáticos, no hay que perder de vista que cuando una empresa tiene el compromiso de alinearse con temas de ASG, todo indica que tienen un mayor acceso a fuentes de financiamiento con mejores condiciones. N