Científicos reunieron evidencia que demuestra que el cannabis alivia significativamente los síntomas de los pacientes con cáncer y con efectos secundarios mínimos.
En un artículo publicado la semana pasada en la revista científica Frontiers in Pain Research, investigadores de Israel expusieron que el cannabis podría ser una prometedora alternativa al analgésico opioide estándar que actualmente se ofrece a los pacientes con cáncer, el cual puede causar adicción y otros efectos secundarios negativos.
No obstante, el consumo de cannabis medicinal también tiene efectos secundarios, que van desde náuseas y debilidad hasta psicosis. Sin embargo, la investigación dice que “los efectos adversos de los cannabinoides para el tratamiento del cáncer generalmente son bien tolerados por los pacientes y se clasifican como leves a moderados”.
El cannabis contiene compuestos llamados cannabinoides. Estos son los ingredientes activos tanto del cannabis medicinal como de la marihuana recreativa. El THC (tetrahidrocannabinol) es el principal compuesto psicoactivo, mientras que el CBD (cannabidiol) no es psicoactivo y desde hace mucho tiempo se cree que ayuda a aliviar el dolor.
En el artículo, los autores afirman que previo a este estudio la investigación sobre el uso de cannabis medicinal para aliviar el dolor era escasa, en su mayoría estudios a pequeña escala.
Sin embargo, este nuevo ensayo se basó en un grupo integral y a gran escala de 404 pacientes. En este estudio, un oncólogo prescribió a los pacientes una dosis de cannabis medicinal, que se administró por dos vías: inflorescencias (para fumar o inhalar) o extractos de aceite (sublingual).
CÓMO FUE EL PROCESO
La dosis inicial fue de 20 gramos al mes, independientemente de cómo se suministrara. Antes de comenzar el tratamiento, los pacientes completaron cuestionarios sobre los síntomas del tratamiento contra el cáncer. Estos pueden incluir dolor, ansiedad, depresión, insomnio, mayor discapacidad y efectos negativos sobre la sexualidad.
En varios puntos durante los seis meses siguientes, los pacientes volvieron a responder los cuestionarios. Los resultados dieron a los investigadores datos sobre mejoras o cambios en estos síntomas.
En el artículo, los autores dicen que la mayoría de las comorbilidades del cáncer estudiadas mejoraron significativamente durante el periodo de seis meses de tratamiento con cannabis medicinal, con una disminución de la carga total de síntomas de cáncer en una mediana del 18 por ciento, y una reducción de la intensidad del dolor semanal promedio en una mediana de 20 por ciento.
Además, encontraron que el uso de tratamientos con cannabis medicinal en pacientes con cáncer era “bien tolerado y seguro”. Y que, en el transcurso de los seis meses, los pacientes no necesitaron aumentar sus dosis para que el cannabis fuera tan efectivo como al comienzo del tratamiento.
Aunque 40 por ciento de la muestra de pacientes suspendió todos los medicamentos analgésicos después del sexto periodo de tratamiento con cannabis, los autores dicen que el 25 por ciento informó que la intensidad del dolor había aumentado después de suspender el tratamiento con cannabis. Y el 20 por ciento de la muestra comenzó a tomar analgésicos después.
Una explicación que postulan los autores es que aquellos que sobrevivieron a los seis meses de tratamiento tenían una enfermedad menos grave. Por lo tanto, naturalmente tenían menos comorbilidades al final del estudio.
MEJORÍA ESTADÍSTICA GENERAL
Los investigadores concluyeron que el cannabis medicinal podría proporcionar una “mejoría estadística general, de leve a modesta, a largo plazo, de todas las medidas investigadas, incluido el dolor, los síntomas asociados. Y, lo que es más importante, la reducción en el uso de opioides (y otros analgésicos)”, de acuerdo con el artículo.
No obstante, los autores aclararon que la eficacia y la relevancia clínica del cannabis medicinal pueden ser limitadas. Y que sus resultados podrían haberse visto afectados por el sesgo de supervivencia. Porque, como relatan, “a medida que avanzaba el tiempo, los pacientes mostraban tasas de respuesta más altas en la mayoría de las medidas”.
“Aunque nuestro estudio fue muy completo y presentó perspectivas adicionales sobre el cannabis medicinal, el sexo, la edad y el origen étnico, así como los tipos y la etapa del cáncer significaron que la variedad de pacientes en nuestro estudio fue amplia.
“Por lo tanto, en el futuro los estudios deberían investigar el nivel de efectividad del cannabis medicinal en subgrupos específicos de pacientes con cáncer con características más compartidas”, dijo a PsyPost uno de los coautores, David Meiri, profesor asistente del Instituto Tecnológico Technion de Israel.
Este resultado es sin duda un paso importante para tratar el dolor en pacientes con cáncer en quienes los opioides no pueden o no deben ser una opción. Y para ampliar el campo de investigación del cannabis medicinal. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)