La diplomacia indica que el fin es buscar acuerdos. Lo realizado por nuestro vecino Estados Unidos no fue evaluar, sino dejar en claro en forma diplomática: “Te subes al tren, que tiene un solo rumbo, el de mejorar el cómo utilizamos la energía”. Para ello, la inversión pública será el detonante, pero su continuidad será la privada en el largo plazo. Y se generarían ingresos por medio de impuestos que podrían ser utilizados para mantener lo hecho en el presente.
Entendimos el mensaje, este se resume: gracias por la hospitalidad, pero me queda claro, no tienes un plan.
La visita de la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer M. Granholm, a México no fue de trabajo. Fue desde un punto de vista diplomático. Y solo fue para corroborar en forma directa, como es común en su país, cara a cara, el saber el rumbo real que su socio comercial está planeando realizar.
El mensaje que podemos observar ante esta visita es, básicamente: te dejaré jugar en mi patio, te permitiré tener una inversión pública en mi país (Deer Park); y a esto daremos el beneficio de la duda. ¡Pero! será bajo mis condiciones de mercado. Deberemos, en el corto plazo, alinearnos en un conjunto bajo la diplomacia ambientalista que pretende ejercer el mundo.
La diplomacia aplicada, y bien llevada, es plenamente resumida en la declaración de la secretaria de Energía: “Me aseguraron que México está comprometido a apoyar la energía limpia y resolver las disputas actuales con proyectos de energía dentro del Estado de derecho”.
Esto significa: cada cambio que realices en el hoy podrá afectar nuestra relación en el futuro. Recuerda que en 2026 revisaremos el TMEC. Hoy día tú tienes un déficit en la balanza comercial con nosotros. Y tú me aseguraste que serías parte de nuestra guerra comercial, ambiental y estratégica para proteger nuestra región en la visita que realizaste. Lo que fue confirmado por tu representante.
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“Las preocupaciones reales de la administración Biden-Harris con el posible impacto negativo de las reformas energéticas propuestas por México en la inversión privada de Estados Unidos en México…”.
Recuerda, hemos realizado una reforma energética pro ambientalista. Estamos pujando en forma bipartidista una estructura de planeación de mediano a largo plazo para asentar una continuidad del uso de la energía con una mayor eficiencia para el planeta. Por ello empezaremos realizando inversiones públicas, y después apoyaremos a nuestras empresas del sector privado para que puedan expandir, comercializar y transferir conocimiento de todo lo realizado. En primera estancia, dentro de Estados Unidos, y todo aquel que sea parte de esto podrá tener acceso sin límite. Recuerda, tú no produces tecnología, la importas.
“La reforma propuesta también podría obstaculizar los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México sobre energía limpia y clima…”.
El mundo ha dicho que la transición energética será progresiva y con una planeación en conjunto. Para ello requerimos realizar inversiones, para dejar de utilizar materias primas fósiles, lo que por el momento es complicado por su gran utilización para la movilidad de la sociedad, principalmente en el transporte. Pero si dejaremos de utilizar carbón para generar electricidad y continuaremos usando gas natural, al mismo tiempo invertiremos en investigaciones para tener energía eléctrica infinita renovable. Para ello deberemos adaptarnos a tener una mejor calidad en todas las redes de transmisión y distribución, acoplando todas las formas tecnológicas para tener electrones limpios ante la electrificación global en 2050. Pero en ti no veo una planeación de largo plazo referente a este concepto. Escucho muchos discursos plasmados en papel, pero estos no son transferidos al hecho de que tengas nueva infraestructura para el futuro. Recuerda, un proyecto de energía tiene una maduración de por lo menos cuatro a siete años para empezar a operar.
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“Debemos mantener y mejorar los mercados energéticos abiertos y competitivos que traen beneficios a América del Norte…”.
Hoy te he dejado estar en mi mercado, y no te he puesto escusas para que lo realices. Aprenderás a saber sobre mis normas, regulaciones y todo lo que ha conllevado a la consolidación de mis políticas públicas energéticas. Tardamos más de cuatro décadas en llegar a donde estamos. Tenemos un tratado de libre comercio que no es garantía de continuidad si no abrimos nuestros mercados, cuya misión es la de crecer en conjunto. Si pretendes estar en mi mercado, yo espero reciprocidad hacia mis empresas de ciudadanos que confían en mí para protegerlos ante adversidades. Y tú deberías hacer lo mismo por los tuyos.
México ante esto tiene dos empresas productivas del Estado. Entre ambas asignan un gasto programado de alrededor de 1 billón de pesos. La nación recupera lo invertido, y solo entrega 3.5 por ciento de rendimiento al país. El riesgo de mantener a todo el sector energético lo asume el Estado, y esto no podrá ser sostenido debido a que en 2030 México requerirá 2 billones de pesos (35 por ciento del presupuesto de egreso del 2022). Y la pregunta es: ¿habrá forma de cubrir todo esto? N
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Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Es autor del canal Energía sin política. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.