La Unesco anunció este jueves que adoptó un primer texto mundial sobre la ética de la inteligencia artificial (IA) para tratar de enmarcar estas tecnologías, que plantean vastos riesgos a pesar de los numerosos avances que permiten.
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, presentó el documento considerado como “histórico” que establece valores y principios comunes que guiarán el establecimiento de la infraestructura legal necesaria para garantizar el desarrollo saludable de la IA.
“La IA es omnipresente, interviene en muchos de nuestros hábitos diarios, ya sea para reservar un vuelo, conducir automóviles sin conductor o personalizar nuestro canal de noticias matutino. AI también participa en la toma de decisiones del gobierno y del sector privado.
Las tecnologías de IA están produciendo resultados notables en áreas altamente especializadas como la detección del cáncer.
“Las tecnologías de IA están produciendo resultados notables en áreas altamente especializadas como la detección del cáncer y la creación de entornos inclusivos para las personas con discapacidad. También puede ayudar a combatir problemas globales como el cambio climático o el hambre en el mundo y ayudar a reducir la pobreza optimizando la ayuda económica”, indica el comunicado de Unesco.
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Pero esta tecnología también trae nuevos desafíos. Hay un aumento de los prejuicios de género y étnicos, amenazas a la privacidad, la dignidad y la capacidad de actuar, los peligros de la vigilancia masiva y el mayor uso de tecnologías de IA poco confiables en la aplicación de la ley, por nombrar solo algunos ejemplos. Hasta ahora, no había un estándar universal para dar respuesta a estos problemas, indica Audrey Azoulay, directora general de la Unesco.
La recomendación tiene como objetivo darse cuenta de los beneficios que la IA aporta a la sociedad y reducir los riesgos que conlleva.
En 2018, Azoulay lanzó un ambicioso proyecto: dar al mundo un marco ético para el uso de la inteligencia artificial. “Tres años después, gracias a la movilización de cientos de expertos de todo el mundo y a las intensas negociaciones internacionales, los 193 Estados miembros de la Unesco acaban de adoptar oficialmente este marco ético”.
La recomendación tiene como objetivo darse cuenta de los beneficios que la IA aporta a la sociedad y reducir los riesgos que conlleva.
Asegura que las transformaciones digitales promuevan los derechos humanos y contribuyan al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, abordando cuestiones relacionadas con la transparencia, la rendición de cuentas y la privacidad. Incluye capítulos de políticas orientados a la acción sobre gobernanza de datos, educación, cultura, trabajo, atención médica y economía. N