Este reportaje forma parte del Hub de Periodismo de Investigación de la Frontera Norte, un proyecto del International Center for Journalists, en alianza con el Border Center for Journalists and Bloggers.
El fútbol femenil no da para vivir en México. A pesar de ello, mujeres mexicanas intentan cada año participar de manera profesional en un ambiente hostil, machista y sectario.
Con un valor total en el mercado de 894.2 millones de dólares, según el sitio Transfermarkt, la Liga Mx es el negocio deportivo más rentable en México. Sin embargo, esta cifra está 11 veces por debajo del costo de la Premier League, torneo ranqueado por la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) dentro del top 5 de las mejores ligas del mundo.
De acuerdo con declaraciones hechas a inicios del 2021 por Mikel Arriola, presidente de la Liga MX, la contribución que este torneo hace a la economía del país representa el 0.6% del PIB.
Pero a pesar del exorbitante flujo de dinero que se mueve en el fútbol mexicano, la rama femenil está muy lejos de contar con igualdad de condiciones en la misma disciplina a nivel profesional.
Florian Thauvin, la reciente contratación de Tigres, y el jugador más caro de la liga mexicana ganará 5.3 millones de dólares anuales. En contraste, desde que se creó la Liga Mx Femenil, en 2017, los sueldos han sido desde 2 mil 500 pesos al mes, y en casos especiales difícilmente se rebasan los 300 mil pesos al año, según declaraciones de las propias jugadoras.
En México, del futbol femenil no se vive
En entrevista, Ana Paola López, jugadora de Club Pachuca, fue contundente al referir que el futbol le dio un trabajo donde pensó que no iba a tenerlo en esta disciplina, en México. Y aunque hoy cumple su sueño, las condiciones no son las idóneas.
“El futbol no te da para vivir, tienes que optar por tener más empleos, que no es lo más sano porque estás partiéndote en el día. Al final no puedes lograr el nivel de profesionalismo”, explicó la jugadora de 27 años al relacionar el tema salarial con el impacto deportivo.
Y al hablar sobre la parte personal, señaló el efecto en la dinámica social: “Trabajas cuando la gente descansa y ese tipo de cosas no cualquier pareja te lo aguanta, y si todavía ganas poco, pues no. Ya que lo ves así, no es tan factible que puedas formar familia de manera tan sencilla, y va directamente relacionada al salario”, mencionó Paola.
Deserción por bajos sueldos
Un caso de abandono deportivo por las condicionantes salariales es el de Andrea Tovar Tames, ex jugadora del Club Santos Laguna, quien debutó profesionalmente en 2017 y un semestre después el club decidió no darle continuidad como parte del plantel.
Durante su contrato con Santos percibió tres mil pesos mensuales en pagos por quincena. “A mí no me pesaba ese salario por qué yo estudiaba, vivía con mis papás. Lo que ganaba en Santos era para lo que yo quisiera. Pero quienes sí se las vieron difíciles fueron las foráneas, con ese sueldo tenían que mantenerse”, dijo Andrea.
Una vez concluido su acuerdo con el club lagunero, Andrea decidió frenar su trayectoria futbolística al valorar las complicaciones que tendría al mudarse a otra ciudad.
“En mi caso tengo bien inculcado que primero son los estudios, y viendo el salario que pagaban, no me convenía irme de aquí (Torreón) y preferí seguir con mis estudios”, explicó Andrea, quien actualmente es Licenciada en Administración de Empresas.
Hay que tomarlas en serio
Para el arranque de la Liga Mx Femenil se acordó que cada club de primera división debía abrir un equipo que contara con 21 jugadoras, que el plantel sería categoría Sub 23, además de enlistar a cuatro futbolistas menores de 18 años y dos de categoría libre.
Al respecto, Javier Gómez, director deportivo de Saltillo Fútbol Club, equipo que compite en la Liga Premier Serie A de México, señaló que hubo clubes que ante la obligación de armar un representativo femenil han mostrado un interés real por trascender.
Pero también refirió que: “otros clubes lo ven como un compromiso o un gasto y es ahí donde se desprende el problema económico. Lo ven como una imposición de la liga y no como algo que les retribuya porque no lo ven con la seriedad debida”, dijo Javier Gómez.
Mujeres pagarían por grito homofóbico
Luego de que el grito homofóbico ante el despeje de un portero prevaleciera durante los partidos de la Selección Mexicana varonil, la FIFA impuso a la Federación Mexicana de Futbol (FMF) un castigo de dos partidos de veto en público para las selecciones mexicanas que jueguen como local.
Ante esto, mediáticamente se habla de que los dirigentes del futbol mexicano aplicarían la sanción en los juegos que dispute la Selección Mexicana femenil.
Sobre ello opinó Ana Paola López: “Se me hace triste que la sanción recaiga en ellas. En la femenil no ocurre eso, no es como que estés portereando y te digan “puta”. Creo que la selección femenil no lo merece”, sentenció la jugadora del Pachuca.
Además agregó: “Visto como negocio se entiende, pero que se entienda no quiere decir que se justifique o se valide. Entiendo la dinámica del negocio, pero como mujer y estando de este lado, no es como que te encante”, complementó Ana Paola.
Persiguen lo justo y lo digno
Si bien desde que arrancó la Liga Mx hasta ahora sí ha tenido una mejora paulatina en cuanto a las transmisiones televisivas, mejora en logística interna de los clubes y aumentos salariales paulatinos, aún queda mucho por hacer, explicó la futbolista de Tuzos, Ana Paola López.
“Creo que es entendible y es normal porque cualquier negocio nuevo no puede empezar siendo lucrativo. Pero el que lo entienda no quiere decir que lo justifique o lo valide. Creo que de forma general no es sano para el mundo que el futbol mueva tanto dinero”, reflexionó López.
Ana Paola aseguró que se busca que el fútbol profesional sea bien pagado y que sea un sueldo promedio más alto por el tiempo que puedan jugar, con los riesgos que ello implica. “Simplemente queremos que sea algo justo, digno”.
En la búsqueda por mejorar las condiciones de la Liga MX Femenil, en marzo de 2020, las jugadoras de dicho torneo emitieron un manifiesto en el que exponen cinco puntos principales de la brecha entre hombres y mujeres, entre ellos el tema salarial, la desigualdad laboral y el ser reconocidas como personas.
La publicación del manifiesto coincidió con la detonación de la pandemia de COVID-19, lo que a su vez complicó el seguimiento puntual de las peticiones. “La pandemia nos afectó. Se entiende que no puedes llegar y demandar lo mismo”, explicó la futbolista Ana Paola.
“Estamos en stand by (pausa). Pero lo que sí se logró fue una acción colectiva de jugadoras, no lo habíamos hecho nunca. En general creo que las chavas de la liga entienden el camino que hay que recorrer, en ese sentido. Al final queremos una liga que no sea efímera, que perdure. Continuar una liga para las que vienen, pero que sea en un mejor entorno”, apuntó la jugadora de Tuzos Femenil.
Desigualdad desde la infancia
Una de esas jóvenes que sueña con trascender en el futbol femenil a nivel mundial es la saltillense Luciana Rodríguez Hernández, quien ha jugado al balompié desde los 11 años, y hoy con 18 años, es consciente de los retos a los que puede enfrentarse en el futbol femenil profesional.
“Creo que a pesar de toda la adversidad que existe (falta de seguimiento y bajos sueldos) si logras destacar, puedes emigrar a Estados Unidos o a Europa, o competir por un lugar para Selección Nacional. Puedes buscar una beca, lo cual es un plus”, explicó Luciana.
La actual jugadora de Aztecas de Torreón y Millenials de Saltillo, opinó que la verdadera inclusión del fútbol femenil aún puede tardar años, o estar más cerca, dependiendo del empuje que los dueños de los equipos quieran darle realmente.
Juan Rodríguez Camacho, papá de Luciana, respeta el deseo de su hija de seguir en el fútbol profesional a los directivos les envía este mensaje: “Que se atrevan, que tengan visión, que el fútbol femenil también es negocio. Si se va a hablar de dinero, que inviertan. Sí van a recuperar la inversión”.
Iván de Jesús García, entrenador del equipo de futbol femenil Lobas de la Universidad Autónoma de Coahuila, dijo que la preparación deportiva desde la infancia es clave para sobrellevar estas y otras condiciones.
“Hay que empezar a crear una categoría infantil de niñas, eso es muy importante para darles confianza”, señaló Iván García, quien también destacó la importancia de que desde la niñez un atleta entienda el deporte, las técnicas y conceptos prácticos.
Ante la falta de fútbol infantil meramente para niñas, Iván explicó que la demanda social se refleja en los equipos varoniles: “Ya no ves solo a una niña jugando, ya ves hasta cuatro en un equipo de niños”.
RECUADRO ¡Que viva, ¿México…?
De acuerdo a un estudio publicado por Sporting Intelligence en 2017, mismo año de la creación de la Liga MX Femenil, la Liga 1 de Francia en su modalidad femenil y líder en salarios mundiales en esta rama, en promedio paga a cada jugadora 42 mil 188 euros de forma anual, lo que equivale a 990 mil pesos.
Para que esta cifra se replicara en México, cada jugadora debería ganar 82 mil 500 pesos al mes.
Este reportaje fue elaborado como parte de la primera temporada de Voces Emergentes, un proyecto de InquireFirst que busca potenciar a las y los jóvenes talentos del periodismo en todo México. Ésta y otras historias las podrás encontrar en www.vocesemergentes.com.
Ilustración Edgardo Barrera