EL CONSEJO de Seguridad de la ONU inició este martes su primera reunión pública formal sobre ciberseguridad. La embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, advirtió que “el riesgo es claro” y “la cooperación es esencial” para combatir la actividad maliciosa.
“Tenemos un marco, es el momento de aplicarlo”, dijo sin mencionar a Rusia, a la que los occidentales suelen acusar de piratería informática.
En el pasado, el Consejo ha abordado el tema de la ciberdelincuencia de manera informal. En esta ocasión, al abrir el debate, Izumi Nakamitsu, Secretario General Adjunto de Desarme de la ONU, dijo que la organización había observado “un aumento espectacular del número de incidentes maliciosos en los últimos años”, que van desde la desinformación hasta la interrupción de las redes informáticas.
“Están contribuyendo a una disminución de la confianza entre los Estados”, dijo. Entre los datos que presentó destaca que, en enero de 2021, 4,600 millones de personas en todo el mundo eran usuarios activos de Internet y se espera que para 2022, haya 28,500 millones de dispositivos en línea.
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A menudo, Rusia es acusado a menudo de estar detrás del pirateo informático. Es por ello que la comunidad internacional ha aplaudido el papel proactivo del gobierno actual para luchar contra la ciberdelincuencia. El embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, pidió la adopción de “nuevas normas” a través de “un proyecto de convención para 2023” que sea jurídicamente vinculante.
“Si las amenazas a la seguridad informática mundial nos igualan a todos, entonces debería discutirse no dentro de un círculo estrecho de estados tecnológicamente desarrollados, sino con todos los estados de la ONU”, insistió el diplomático ruso.
Recientemente hubo un intercambio de opiniones sobre el tema entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y su homólogo ruso, Vladimir Putin. Occidente sospecha que Rusia, apoyada por China, quiere un tratado para frenar la libertad de expresión en Internet, y por tanto la oposición.
En nombre de Francia, el Ministro de Comercio Exterior, Franck Riester, propuso un “programa de acción” para aplicar las normas acordadas. “No queremos un salvaje oeste digital ni una compartimentación del ciberespacio”, dijo. Varios miembros del Consejo de Seguridad reconocieron los graves peligros de la ciberdelincuencia, incluidos los ataques de ransomware, un programa que cifra los sistemas informáticos y exige un rescate para desbloquearlos. N