Después de que autoridades municipales de Cuautinchán decidieron cerrar los accesos a la planta de Cementos de México (Cemex) por la falta de pagos, el gobernador Miguel Barbosa Huerta aseguró que se ha intentado llevar a cabo una conciliación entre los intereses de la plata y el Ayuntamiento, sin embargo la empresa se niega a tener un diálogo, ya que se sienten protegidos.
“Nosotros hemos intentando llevar a cabo una conciliación entre los intereses de la plata y los legítimos intereses de los municipios, vamos a jugar un papel de mediadores como siempre lo hemos hecho, pero no hemos encontrado disposición de CEMEX para resolver absolutamente nada, se sienten protegidos, aquí en Puebla aplicamos la ley sea cuál sea la empresa que se instale o la persona que sea su propietario”, declaró.
En conferencia de prensa Barbosa Huerta explicó que este conflicto que se presentó ayer no es nuevo, ya que en pasadas administraciones municipales también habían tenido que enfrentar esta problemática.
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Señaló que los municipios donde se encuentra establecido CEMEX son dos para Cuautinchán sus polígonos ocupan 900 hectáreas, y para Tepeaca son 500 hectáreas.
El gobernador dijo que la empresa debe pagar 40 mil pesos anuales del impuesto predial; 25 mil pesos para Cuautinchán y 15 mil pesos a Tepeaca.
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Sin embargo, CEMEX no pagan uso de suelo, ni licencias de construcción, además sus camiones al transportar carga pesada han dañado kilómetros del tramo carretero, afectaciones que tienen que ser reparadas por autoridades municipales.
Ante este conflicto el gobierno de Puebla ha intentado ser mediador, no obstante CEMEX se han negado a dialogar.
Por ello, Barbosa Huerta advirtió que se podrían sancionar a la empresa si no cumple con lo solicitado por el Ayuntamiento de Cuautinchán.
Con información de Diario Puntual