LA TIERRA TARDA 23 HORAS y 56 minutos en completar una rotación de 360 grados y no 24 horas como se piensa. Ello se debe a que, además de girar alrededor de su propio eje, el planeta está en constante movimiento alrededor del sol.
Cuando concluye una rotación de 360 grados con relación a su punto de partida, a la Tierra todavía le falta girar un grado más para volver al mismo punto de partida con relación al sol.
Los seres humanos miden los días basados no en la rotación exacta de la Tierra, sino en la posición del sol en el cielo.
“Técnicamente, estos son dos tipos distintos de días. Un día con base en la rotación de 360 grados del planeta es un día sidéreo y dura 23 horas y 56 minutos. Por su parte, un día basado en la posición del sol es un día solar y ese dura 24 horas”, explicó el científico japonés James O’Donoghue a Business Insider.
“Es solo porque nos movemos alrededor del sol en una órbita que el día solar tarda 24 horas. Si no orbitáramos el sol, ambos días serían iguales”, explicó. Porque vamos por días solares en nuestros calendarios, contamos 365 días en un año. Pero la Tierra en realidad completa una rotación total (un día sideral) 366 veces al año, añadió.
UNA CUESTIÓN DE ELEGIR
O’Donoghue describió la diferencia entre estos dos tipos de día como una cuestión de elegir qué objeto de fondo usamos como base de comparación para la rotación de la Tierra.
“Una rotación completa relativa a la posición del sol es un día solar. Una rotación completa relativa a todas las demás estrellas que vemos es un día sideral”.
Si en lugar de eso usáramos el día sideral, “el sol saldría unos cuatro minutos antes cada día”, dijo O’Donoghue. “Después de seis meses de hacer esto, el sol saldría 12 horas antes”.
Además, dijo que “hemos decidido atar nuestro ritmo diario al sol, no a las estrellas. De hecho, las estrellas se levantan unos cuatro minutos antes cada día a causa de nuestra elección”.