El opositor ruso Alexei Navalni, uno de los más críticos con el Kremlin, se encuentra en coma en estado grave en un hospital de Omsk en el que ha sido ingresado de urgencia después de que, según su portavoz, haya sido presuntamente envenenado con una toxina en su vuelo de vuelta a Moscú desde la ciudad siberiana de Tomsk.
“Navalni regresaba esta mañana de Tomsk a Moscú. Se sintió mal durante el vuelo. El avión aterrizó de emergencia en Omsk. Alexei tiene una intoxicación. Vamos en ambulancia a un hospital”, ha informado en un primer momento la portavoz de su fundación, Kira Yarmish, en Twitter.
El portavoz, que ha precisado que el opositor “está inconsciente”, ha supuesto que “habría sido envenenado con alguna sustancia añadida a su té, lo único que tomó por la mañana”. “Los médicos dicen que la toxina se asimiló más rápido con un líquido caliente”, ha añadido, según recoge la agencia rusa Sputnik.
Posteriormente, ha precisado que el opositor se encontraba en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), con ventilación asistida y permanecía inconsciente, mientras que en su último mensaje ha aclarado que se encuentra “en coma, en estado grave”.
Yarmish ha denunciado que los médicos estarían retrasando los resultados de los análisis que se han realizado para determinar las causas de la situación de Navalni y ha precisado que hasta el hospital ha llegado ya la Policía, a petición suya, así como el Comité de Investigación. “Ya hay más policías que médicos”, ha escrito.
Por su parte, Alexander Murajovski, el médico jefe del hospital de Omsk en el que ha sido ingresado ha reconocido que el líder opositor se encuentran “en estado grave”, según informa la agencia rusa Tass.
“Los médicos están haciendo todo lo posible, realmente luchan para salvarle la vida”, dijo Anatoli Kalinitshenko, subdirector del hospital de Omsk.
El departamento regional de Salud también ha confirmado la hospitalización de Navalni. “Se encuentra ingresado en una unidad de cuidados intensivos en la que se le están haciendo todas las pruebas necesarias”, ha informado el organismo, según Sputnik.
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Posteriormente, en declaraciones a la prensa, el jefe médico adjunto del hospital BSMP-1 en el que está Navalni, Anatoli Kalinichenko, ha aclarado que los síntomas que presenta no necesariamente son resultado de una intoxicación. “No hay ninguna certeza hoy de que la causa de su estado sea una intoxicación”, ha sostenido.
“Además de una intoxicación que, lógicamente, se está barajando entre las posibles causas del deterioro de salud, puede haber varias situaciones agudas con el mismo cuadro clínico”, ha señalado, de acuerdo con Sputnik, aclarando que “las vamos examinando todas para descartar”.
Ante estos comentarios, la portavoz de Navalni ha lamentado la “propaganda” estatal y ha defendido que ella ha estado en todo momento junto al opositor, sentada en el asiento de al lado durante el vuelo, y lo que le ha pasado no tiene “nada que ver con una intoxicación ordinaria”. En su opinión es una “completa tontería” apuntar a que Navalni “comió o bebió algo él mismo”.
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Navalni se ha convertido en los últimos años en la cara más visible de la oposición al presidente ruso, Vladimir Putin, encabezando numerosas protestas en su contra y siendo detenido en repetidas ocasiones por las autoridades rusas.
El abogado de 44 años ya ha sido víctima de varios ataques físicos. En 2017 sufrió quemaduras en un ojo cuando unos individuos le arrojaron en la cara un líquido desinfectante.
En julio de 2019, cuando purgaba una breve pena de cárcel, también afirmó haber sido “envenenado” con un “material químico desconocido” y fue trasladado a un centro hospitalario.
Las autoridades dijeron que se trataba de una “reacción alérgica” y aseguraron que no habían encontrado “ninguna substancia tóxica”.
Con información de Europa Press y AFP.