La crisis económica provocada por el COVID-19 está convirtiendo la recesión en una depresión para algunos de los países más pobres del mundo, según informó el Banco Mundial.
El director de la institución, David Malpass, ha pedido un plan de alivio de la deuda más elaborado para estas naciones.
En una entrevista para el diario inglés The Guardian, Malpass planteó la posibilidad de la cancelación de deudas ya que, según datos del Banco Mundial, 100 millones de personas fueron empujadas a la pobreza debido a la crisis sanitaria.
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De acuerdo con él, esta situación es peor que la crisis financiera de 2008 y para América Latina es más grave que la crisis de la deuda en los años 80.
“El problema inmediato es la pobreza. Hay gente al borde del abismo. A medida que la crisis nos golpeó, la desigualdad se ha vuelto muy clara. Las recesiones son incluso peores en los países en desarrollo que en las economías avanzadas”, le declaró a The Guardian.
Malpass añadió que esta es la crisis más grande en décadas y que es “fundamentalmente optimista de que las personas al trabajar juntas, hallarán una manera de superarla”.
Otros pronósticos
Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), también prevé una recesión mundial debido a la pandemia del COVID-19.
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“La elección entre salud y economía es un falso dilema. Si la pandemia no es controlada, no habrá recuperación económica robusta”, advirtió el secretario general, Ángel Gurría, en referencia al impacto de la pandemia que obligó a confinar a la mitad de la humanidad.
Se registre o no una segunda ola del nuevo coronavirus, “al final de 2021 la pérdida de ingresos superará a la de todas las recesiones anteriores de los últimos cien años salvo en periodo de guerra, con consecuencias terribles y duraderas para las poblaciones, las empresas y los gobiernos”, afirma la jefe economista de la OCDE, Laurence Boone.