Joe Biden y Bernie Sanders criticaron enérgicamente algunas de sus políticas pasadas durante su primer duelo televisado de las primarias demócratas, aunque se unieron para denunciar la gestión de Donald Trump de la pandemia del coronavirus.
El gran favorito para la nominación demócrata, el candidato moderado Biden, se comprometió a escoger a una mujer para postularse a la vicepresidencia durante las elecciones presidenciales de noviembre contra el multimillonario republicano.
Marcadamente más volcado a la izquierda, su rival aseguró que también elegiría “con toda probabilidad” un compañera para su fórmula presidencial.
La crisis sanitaria ha abierto y cerrado el debate entre los dos septuagenarios, los únicos con posibilidades de ganar la nominación demócrata.
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Biden dijo que era necesario declarar la “guerra” contra el coronavirus y “hacer mucho más de lo que” ha hecho Trump.
“Habría recurrido al ejército de inmediato”, dijo en tono marcial el exvicepresidente de Barack Obama. “Los militares tienen la capacidad de construir hospitales con 500 camas” que el país “necesita”.
Sanders, de 78 años, acusó al anfitrión de la Casa Blanca de “socavar” el trabajo de los expertos.
“Debemos silenciar a este presidente ahora”, dijo el senador socialista. “Es inaceptable escucharlo gritar sobre información no objetiva”.
Sanders se apoyó en la pandemia para demostrar los defectos del sistema estadounidense y trató de demostrar los beneficios de una de sus propuestas más emblemática: la cobertura de salud pública y universal.
Buen debate de Biden
Aunque se enfrentaron por sus balances (armas de fuego, gran plan de rescate bancario en 2008, guerra en Irak …), prometieron un frente común contra el presidente republicano.
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Sobre el acceso a la salud, la educación, el problema de la fuerte deuda estudiantil, la lucha contra el cambio climático que “amenaza a la humanidad”, “ambos estamos de acuerdo”, dijo Biden, de 77 años, que remarcó que las diferencia entre ambos está en los “detalles”. Pero “estamos básicamente en desacuerdo con el presidente”, dijo.
“Tenemos que vencer a Donald Trump”, dijo el hombre que a pesar de sus errores y pasos en falso habituales tuvo un buen debate.
El cara a cara se celebró en Washington sin público y los escritorios de los candidatos estaban a 1.80 metros de distancia como medida de precaución por el coronavirus. Los rivales no se dieron la mano y prefirieron saludarse con un pequeño empujón.
“Debate ideológico”
Después de un arranque decepcionante de las internas, Biden despegó y consiguió el apoyo de los contendientes moderados que se retiraban de la carrera. Pasó a dominar las intenciones de voto, a menudo con más de veinte puntos por delante de Sanders.
El comienzo del senador fue al revés, de más a menos. El buen inicio se truncó en el supermartes y se confirmó una semana después. Pero no se rindió, prefirió participar en el debate.
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En cualquier caso, “Bernie” calcula que “ganó el debate ideológico” al hacer que muchas de sus ideas calaran entre los demócratas.
“Tenemos problemas que tenemos que resolver ahora. ¿Qué va a hacer la revolución? ¿Interrumpir todo mientras tanto?”, respondió Biden un intercambio durante el cual los dos precandidatos.
El senador de Vermont criticó a su oponente por aceptar fondos de campaña de “los ricos y los multimillonarios”.
Biden ha tomado una cómoda ventaja en la carrera para conseguir los delegados que le nominen candidato demócrata en julio. Y los estados que votan el martes (Florida, Ohio, Illinois y Arizona) deberían permitirle consolidar significativamente su posición.
En Florida en particular, donde hay una gran comunidad cubana, ciertos comentarios de Sanders se consideraron demasiado benévolos hacia el régimen de Castro, en el que aún tenía que justificarse el domingo por la noche.