Exaltada por Stephen King y Oprah Winfrey, la nueva novela “Tierra americana” (American Dirt), lanzada la semana pasada en inglés y español con una agresiva campaña de marketing, prometía ser “un nuevo clásico estadounidense”.
Pero en vez de eso su autora, la estadounidense Jeanine Cummins, es acusada por escritores hispanos de explotar la tragedia de los migrantes mexicanos en un año electoral en Estados Unidos, y de validar estereotipos como los que cita el presidente Donald Trump para justificar su política anti-inmigratoria.
La novela cuenta la historia de una mexicana que es dueña de una librería y escapa a Estados Unidos con su pequeño hijo en “La Bestia”, el tren de carga utilizado por migrantes, tras sobrevivir al asesinato de casi toda su familia en una fiesta de quinceañera, a manos de narcotraficantes.
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Su publicación generó una intensa polémica sobre la apropiación cultural, la marginalización de los escritores hispanos por parte de la industria editorial estadounidense, los peligros de expandir falsedades cuando uno no conoce bien el tema sobre el cual escribe y los límites responsables de la ficción.
La tormenta sorprendió a Flatiron Books, que el miércoles por la noche suspendió la gira de Cummins para promover el libro.
“Basados en amenazas específicas a libreros y a la autora, creemos que existe peligro real para su seguridad”, dijo Bob Miller, presidente de la editorial, en un comunicado.
“Un libro explotador y mal informado”
El escritor Stephen King lo presentó como un libro “maravilloso”. Don Winslow aseveró que “es ‘Las uvas de la ira’ de nuestros tiempos”. Incluso, ya está en marcha su adaptación al cine.
Pero más de 120 escritores, incluida la premiada novelista mexicana Valeria Luiselli y la escritora chicana Myriam Gurba, que inició el debate (pueden leer su explosiva reseña aquí), firmaron una carta abierta a Oprah para que reconsidere su decisión de recomendarlo para su club del libro, una elección que garantiza su éxito de ventas.
“Esta no es una carta que llama a silenciar o a censurar”, dicen, pero piden no promover un libro que “es explotador, simplifica demasiado y está mal informado; cae demasiado seguido en el fetichismo del trauma y el sensacionalismo de la migración y de la vida y la cultura mexicana”.
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La actriz mexicana Salma Hayek publicó una selfi con el libro sin conocer la controversia, pero luego pidió disculpas.
Los fotos tuiteadas por la propia Cummins de una cena con langosta para el lanzamiento del libro que muestra arreglos florales decorados con alambre de púa, imitando la portada de la novela, no ayudaron.
“Border chic”, deploró Gurba en Twitter. Imágenes “crueles” e “insensibles”, dijeron los escritores en su carta.
“Ignorancia y negligencia”
“Este es un libro que simplifica México, que utiliza mal el español, es un libro donde la protagonista, que es mexicana, no hace cosas que tienen sentido para un mexicano”, dijo a la AFP Ignacio Sánchez Prado, “mexicanista” y profesor de estudios latinoamericanos en la Washington University de St. Louis, Missouri.
El académico afirma que no cree que solo los mexicanos puedan escribir bien sobre México. Pero Cummins “lo hizo mal” y la principal responsabilidad es del “aparato editorial”, estimó Sánchez Pardo, que fustigó “la ignorancia y negligencia” de Flatiron en la edición del libro.
La autora, que se define como blanca y ‘latinx’ (su abuela es puertorriqueña), no ha aludido a la polémica en redes sociales, pero advirtió en The New York Times que “existe un peligro a veces de ir demasiado lejos hacia el silenciamento de las personas”.
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“Nadie intenta censurar a Cummins. Puede seguir produciendo lo que quiera”, dijo a la AFP el escritor Daniel Olivas, autor de un libro de poemas sobre la frontera, “Crossing the border: collected poems” y uno de los firmantes de la carta enviada a Oprah.
“Pero la promoción de este libro como ‘la gran novela estadounidense’ y ‘un logro deslumbrante’ de las proporciones de John Steinbeck es simplemente mortificante cuando muchos escritores latinxs reciben una mera fracción de esta atención y compensación monetaria”, apuntó.
Flatiron, que obtuvo los derechos del libro tras una fuerte puja y un cheque de siete cifras para Cummins, no respondió el pedido de la AFP para comentar la controversia y entrevistar a la autora.
El presidente de la editorial se declaró “orgulloso” de haber publicado el libro, pero admitió que nunca debería haber sido presentado como una novela “que define la experiencia del inmigrante”. Lamentó que “una obra de ficción bien intencionada haya llevado a un rencor tan cáustico”.
“‘Rencor cáustico’. Qué manera de humanizarnos, de comprender nuestro problema”, ironizó en Twitter otro de los firmantes de la carta, el escritor chicano David Bowles, que describió la novela como “un melodrama de porno-trauma”.