La Fuerza Fronteriza británica interceptó este martes en el Canal de la Mancha cinco embarcaciones en las que viajaban 69 personas, incluidos 10 niños, de diferentes nacionalidades, entre ellas la iraní, iraquí, afgana, siria y uzbeka.
“Aquellos que intentan cruzar el Canal en pequeñas embarcaciones están poniendo sus vidas en grave peligro, puesto que además los criminales despiadados que facilitan estos cruces no se preocupan por los riesgos que corren todas estas vidas”, han alertado fuentes del Ministerio del Interior de Reino Unido.
Se trata de un trabajo en colaboración con las autoridades fronterizas francesas con el fin de “hacer frente a esta actividad peligrosa e ilegal”.
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El mes pasado 86 migrantes fueron también interceptados mientras intentaban cruzar el Canal para llegar a Reino Unido.
En enero, Gran Bretaña y Francia acordaron un plan de acción conjunto que incluye una inversión multimillonaria en nuevos equipos de seguridad, una mayor cobertura del circuito cerrado de televisión de playas y puertos y un compromiso mutuo para llevar a cabo las repatriaciones de los migrantes según las leyes internacionales y nacionales.
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Desde noviembre, tal y como ha apuntado el periódico británico ‘Daily Mail’, al menos 129 personas han intentado acceder al Reino Unido atravesando el arriesgado estrecho de Dover, una de las rutas marítimas más concurridas del mundo.
La crisis migratoria comenzó a finales de 2018, pero ha sido este año cuando ha alcanzado sus niveles más altos, tanto es así que el primer ministro británico, Boris Johnson, advirtió en su momento de que aquellas personas que cruzaran el Canal ilegalmente serían llevados de vuelta a sus países de origen.