La historia geológica que llevó a la formación de cristales gigantes y una geoda de 11 metros ha sido revelada por los científicos. Al analizar la mina abandonada donde se encontró la geoda de Pulpí, fueron capaces de demostrar las condiciones que la formaron hace cientos de miles de años.
La geoda de Pulpí fue descubierta en 1999 en la mina de plata Mina Rica en el sudeste de España. Los muros de la cueva están cubiertos por cristales enormes que son tan transparentes que parecen bloques de hielo. Se piensa que la geoda de Pulpí es una de las más grandes del mundo, cuyo interior mide alrededor de 119 metros cúbicos.
Se han descubierto cuevas con cristales enormes en todo el orbe en décadas recientes, incluida la mina El Teniente en Chile y, la más famosa, la Cueva de Cristales en Naica, México. No obstante, explicar cómo se formaron estas características geológicas es difícil; crecen muy lentamente y, en la mayoría de los casos, los sistemas en los que se desarrollaron ya no están activos.
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“Revelar su formación ha sido una tarea muy dura porque, al contrario del caso de Naica, donde el sistema hidrotérmico todavía está activo, la gran geoda de Pulpí es un ambiente fosilizado”, dijo en una declaración Juan Manuel García-Ruiz, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España.
García-Ruiz y sus colegas esperaban descubrir cómo creció la geoda de Pulpí mediante crear mapas geológicos del área y llevar a cabo un análisis mineralógico y geoquímico para desentrañar la historia geológica que llevó a esta transformación. Sus hallazgos fueron publicados en Geology.
En investigaciones anteriores, los científicos demostraron cómo los cristales de Naica eran aljez. Este es un mineral evaporítico compuesto de sulfato de calcio con dos moléculas de agua. Se lo encuentra comúnmente en depósitos sedimentarios con capas, según Geology.com.
Los cristales de Naica crecieron en una solución de baja salinidad en temperaturas cercanas a 54 grados Celsius, formándose a través de un “mecanismo de autoalimentación”, en el que la anhidrita de mineral evaporítico —la cual a menudo se forma donde se evaporan grandes cantidades de agua marina— cambió en aljez tras ser expuesta al agua.
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No se sabe exactamente cuándo se formó la geoda de Pulpí, pero fue en algún momento después de que el mar Mediterráneo se secó hace 5.6 millones de años. Los mejores cálculos actualmente ubican a la geoda de Pulpí entre 600,000 y 2 millones de años de antigüedad.
En su estudio, García-Ruiz y el equipo descubrieron que los megacristales de Pulpí se formaron alrededor de 20 grados Celsius, a una profundidad en la cual las fluctuaciones de temperatura eran más bajas que la solubilidad máxima del aljez. Ellos descubrieron que esto llevó a la disolución y recristalización que les permitió crecer a los cristales.
El crecimiento es similar a la formación de los cristales de Naica, señala el equipo. Ellos también dicen que la geoda de Pulpí se formó cuando estaba más cerca de la superficie y habría sido más sensible a los cambios en las temperaturas mundiales. El estudio dice que el cambio climático “contribuyó episódicamente con un proceso de maduración acentuado por oscilaciones de temperatura”.