Nuevas temperaturas récords, a las que se suman incendios forestales y restricciones sobre el consumo de agua potable, agravaban el jueves la canícula que desde hace cuatro días ahoga a Europa.
42 °C en España, 38,9 °C en República Checa, 38,6 °C en Alemania y 34,9 °C en Francia. La temperaturas batían récords este jueves en gran parte del oeste de Europa… Y el termómetro seguirá subiendo el viernes.
En España, dos provincias en el País Vasco se encontraban bajo alerta roja, y otras 17 en el centro y noreste del país en alerta naranja por las temperaturas extremas, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
Y la situación empeorará el viernes: 7 provincias estarán bajo alerta roja y 19 bajo alerta naranja, con temperaturas por encima de 43 ºC en algunas zonas.
En plena ola de calor, un incendio forestal avanzaba descontrolado el jueves en el noreste del país, con más de 6.500 hectáreas quemadas. Alrededor de 350 bomberos, 230 militares y una quincena de unidades aéreas luchaban para frenar el avance de las llamas.
Según el cuerpo de agentes rurales, el origen del fuego fue la acumulación de estiércol de gallina en una granja, que sufrió autocombustión por las altas temperaturas.
“La situación es crítica”, aseguró el jefe del operativo de bomberos, Antonio Ramos. “Nos tenemos que remontar 20 años atrás para tener un incendio de estas características”, añadió.
– Récords en Francia –
Francia, sofocada por una canícula inusualmente precoz, batió el jueves su récord de temperatura para un mes de junio, con 42 °C registrado en la localidad de Grospierres (sur). El anterior récord era de 41,5 °C.
Para el viernes, la agencia meteorológica francesa activó la alerta roja en cuatro departamentos del sur del país, en donde se podrían alcanzar temperaturas nunca antes registradas.
Este tipo de ola de calor, excepcional por su intensidad y precocidad, va a ser cada vez más común, advirtió el presidente Emmanuel Macron.
“Vamos a tener que cambiar nuestra organización, nuestra forma de trabajar, construir de otra manera”, advirtió el mandatario galo desde Tokio, en referencia a la necesaria “adaptación de las sociedades” frente al aumento de las temperaturas.
Como medida de precaución, varias escuelas de maternal y primaria del este y sur de Francia, pero también de la región parisina, permanecerán cerradas el jueves y viernes.
Asimismo, la compañía nacional de ferrocarriles SNCF recomendó a sus clientes aplazar o anular sus viajes el viernes. La empresa señaló que reembolsaría o cambiaría los pasajes ya comprados sin cargos adicionales.
– Restricciones de agua –
En Italia, donde el termómetro también se ha disparado esta semana, en particular en el centro y el norte de la península, el ministerio italiano de Salud decretó para el jueves una alerta roja canícula en seis ciudades, incluyendo Roma y Florencia.
A la lista se añadirán otras 16 localidades el viernes.
En Milán, un hombre sin hogar de 72 años fue hallado muerto cerca de la estación ferroviaria central, después de haber sido víctima de un golpe de calor.
El ayuntamiento de la capital lombarda puso en marcha un “plan calor” que incluye la distribución de botellas de agua a las personas más vulnerables.
En Roma, la alcaldesa Virginia Raggi firmó el jueves una ordenanza que prohíbe la circulación de la famosa “botticelle”, los carruajes tirados por caballos muy populares entre los turistas.
Frente a un inicio de escasez, las autoridades de las ciudades alemanas de Loehne et Bad Oeynhausen (centro-oeste) impusieron restricciones al consumo de agua potable. Su uso se limitará a las “necesidades vitales”, bajo pena de una multa de 1.000 euros (1.136 dólares).
Los países de los Balcanes tampoco se salvaban de la ola de calor. Las temperaturas eran particularmente intensas en Zagreb, donde el jueves el mercurio podría subir hasta los 36 °C.