El papa Francisco donó 500 mil dólares para que diócesis y congregaciones de la Iglesia apoyen a los migrantes centroamericanos que cruzan México rumbo a Estados Unidos.
El Óbolo de San Pedro, que administra las donaciones al papa, dijo en un comunicado el medio millón de dólares se otorgó luego que la Iglesia mexicana pidió ayuda “para seguir dando alojamiento, comida y artículos de primera necesidad”.
De acuerdo con el texto, el dinero se distribuirá en 26 proyectos de 16 diócesis y congregaciones religiosas del país.
Lee: Trump quería “vengarse” ciudades santuario liberando ahí a migrantes detenidos
“De estos proyectos, 13 ya han sido aprobados para las diócesis de Cuautitlán, Nogales (2), Mazatlán, Querétaro, San Andrés Tuxtla, Nuevo Laredo (2) y Tijuana; así como para las Scalabrinianas, la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María y las Hermanas Josefinas”, detalla el comunicado.
Asimismo, informó que hay otros 14 proyectos están en fase de evaluación, “ya que se requiere un uso regulado y transparente de los recursos antes de que se pueda conceder la ayuda, de la cual se debe rendir cuentas”.
Ante el continuo arribo de migrantes, el Óbolo dijo que miles de personas han quedado bloqueadas, “sin poder entrar a los Estados Unidos, sin hogar ni medios de subsistencia”, pero que la Iglesia Católica acoge a miles en albergues.
“La cobertura mediática de esta emergencia ha ido disminuyendo, y como resultado, la ayuda gubernamental y privada a los migrantes también ha disminuido”, comentó.
Te puede interesar: Cientos de migrantes llegan en caravana a México
El gobierno del izquierdista Andrés Manuel López Obrador ha admitido que hay un “insólito” aumento en el número de migrantes centroamericanos, a los que se han unido africanos, haitianos y cubanos, y decidió endurecer lo que parecía una política de puertas abiertas.
México determinó ahora restringir el paso de migrantes por los estados del norte, limítrofes con Estados Unidos, alegando la inseguridad en la zona e incrementó los operativos para detenerlos.
El problema escaló cuando la noche del jueves casi 600 migrantes, mayoritariamente cubanos, se amotinaron y fugaron de un albergue en Tapachula, también en Chiapas, forzando las puertas.