Woody Allen demandó este jueves a Amazon en un tribunal estadounidense por ruptura abusiva de contrato y reclamó 68 millones de dólares al gigante de internet, al que acusa de haber roto su compromiso por viejas acusaciones contra el cineasta, dijeron a la AFP sus abogados.
Según la demanda interpuesta por los abogados del despacho Quinn Emanuel Urquhart & Sullivan en un tribunal civil federal en Manhattan, el director afirma que Amazon intentó poner fin en junio al contrato que los vinculaba y que se ha negado desde entonces a pagarle los nueve millones de dólares previstos para la financiación de su última película “A Rainy Day in New York”.
El contrato preveía que Allen dirigiera otras tres películas por las que iba a cobrar como mínimo 59 millones de dólares: nueve por la primera, y 25 para cada una de las restantes.
El cineasta también criticó en su demanda el hecho de que el grupo con sede en Seattle no hubiera asegurado la distribución de la película, pese a su compromiso contractual.
Allen afirma que Amazon argumentó que la decisión de acabar el contrato se tomó debido a “acusaciones reiteradas”, a sus “controvertidas declaraciones” y “al rechazo cada vez mayor de importantes actores y actrices a trabajar o ser asociados con su nombre de cualquier manera”.
El director lamentó asimismo que la ruptura unilateral del contrato por Amazon les obligara a él y a su productora, Gravier Productions, a cancelar el acuerdo alcanzado con “personas muy renombradas” que querían trabajar con él.
Consultada por AFP, Amazon no ha reaccionado de inmediato.
Woody Allen fue acusado de abuso sexual en 1992 contra su hija adoptiva Dylan Farrow, quien en ese momento tenía siete años.
Las demandas en su contra fueron retiradas después de dos investigaciones separadas realizadas entonces y que se extendieron por meses. Pero Dylan Farrow, respaldada por su madre adoptiva Mia Farrow y su hermano Ronan Farrow, ha insistido regularmente con las acusaciones, que Allen siempre ha negado.
El cineasta manifestó a principios de junio su apoyo al #MeToo, afirmando que él bien podría ser uno de los héroes del movimiento. En su extensa carrera como director, dijo entonces, jamás fue objeto de denuncias por parte de las cientos de mujeres que trabajaron en sus películas.
“Sólo fui acusado por una mujer en un caso de custodia de un niño que fue objeto de una investigación y (el cargo) resultó ser erróneo. Fui un firme partidario del movimiento #Metoo”, agregó el director en una entrevista con Canal 13 de Argentina.
En los últimos meses, varios actores y actrices que trabajaron con él tomaron distancia públicamente, diciendo que ya no volverían a rodar bajo su dirección.