El instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó esta semana los resultados de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) relativos a la percepción de la población sobre la seguridad pública de su localidad correspondiente al mes de septiembre de 2018.
Nuevo León es un estado que se ha visto marcado por la violencia. La cantidad de asesinatos que se han percibido en el estado es la causa de la percepción de los ciudadanos. En cinco de los municipios más importantes del estado, los niveles de percepción de inseguridad entre las personas mayores de 18 años superan el 50%
En la capital de nuestro estado, Monterrey el 79.7% de los encuestados se siente inseguro en su localidad, cifra solo por arriba de los habitantes de Apodaca y Guadalupe, donde el 62 y 62.4%, respectivamente, perciben que su comunidad es insegura. En el municipio de General Escobedo, el 51.35 de la población ha considerado que su localidad es insegura. Estas cifras son importantes, ya que Nuevo León es uno de los estados más importantes en México para la actividad económica, además de que la capital, Monterrey, es una de las tres urbes más importantes del país.
A nivel nacional, el 79.7% de las mujeres y el 69.2% de los hombrees se sienten inseguros en su localidad, lo cual, a pesar de ser una reducción de 2.6 puntos porcentuales en comparación con el primer trimestre de este año, en el caso de los hombres, y de .8 puntos porcentuales en el caso de las mujeres, sigue siendo alta en comparación con las personas que han declarado sentirse seguras.
En total, el 74.9% de los ciudadanos mayores de 18 años han declarado sentirse inseguras en su localidad. En muchos casos, algunos actos violentos que han sufrido los han padecido a unas calles de su hogar e incluso a las puertas de este.
A partir de este análisis, la ENSU indicó que, a nivel nacional, el 25.1% de las personas tiene la expectativa de que la situación de inseguridad empeore en próximos tiempos, lo cual refleja una caída de 12.3 puntos porcentuales comparado con las estimaciones del año pasado, mientras que el 30.8% de la población considera que la situación mejorará con el tiempo.
Igualmente, en el país, el 37.1% de los encuestados indicó ser testigo de bandas violentas o pandillerismo, el 44.5% ha atestiguado la venta y consumo de drogas, y el 41% de los encuestados declaró percatarse de disparos frecuentes con armas. Este último punto es uno de los más relevantes, ya que, durante el mismo periodo del año pasado, el registro era de 33.8% lo cual representa un aumento de 7.2 puntos porcentuales en un año, además de que la sensación de inseguridad ha cambiado la rutina de las personas.
Un elemento constante en la realidad mexicana durante los últimos 12 años ha sido el aumento en la percepción de la inseguridad, la cual no solo abarca la inseguridad causada por la guerra del narcotráfico, sino también la inseguridad que se percibe debido los robos y los asaltos que la ciudadanía vie en las calles y el transporte de su ciudad.
Ante esta perspectiva de inseguridad, y a pesar de que la expectativa de mejora va en aumento, la realidad es que aún falta mucho trabajo por realizar. Desde la realización de un sistema de Justicia Penal efectivo que no sea una puerta giratoria para las personas que cometan un acto delictivo, hasta un verdadero sistema de reformación de los presos que no vulnere sus derechos y no los deje reincidir al darle verdaderas herramientas para desenvolverse en la sociedad.
El trabajo es arduo y necesario para poder dar tranquilidad a los ciudadanos.