Escasa atención médica, problemas en el aislamiento de detenidos, y condiciones para cometer suicidios en las celdas son algunas de las fallas detectadas en una inspección sorpresa a la mayor cárcel para inmigrantes en Estados Unidos.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) difundió este martes los resultados de su visita al centro de detención de Adelanto, ubicada 150 km al noreste de Los Ángeles, y que alberga a 1.940 detenidos.
“Identificamos una serie de serios problemas que violan” las normas de ICE, la policía migratoria de Estados Unidos, y “plantean riesgos significativos para la salud y la seguridad en la instalación”, indicó el reporte de la Oficina del Inspector General (OIG) del DHS.
El reporte -de fecha 27 de septiembre- destacó la presencia de sábanas trenzadas en varias celdas, identificadas como “horcas”.
Un detenido dijo a la OIG que había visto varios intentos de suicidio con las sábanas, colocadas en los conductos de ventilación.
La OIG destacó que en marzo de 2017 un hombre de 32 años murió ahorcado con su sábana en la celda y que siete intentos se reportaron entre diciembre 2016 y julio siguiente.
El informe notó además errores en la segregación de los detenidos, en referencia a la separación de la población general por razones disciplinarias o administrativas.
Colocó el ejemplo de un hombre inválido que duró nueve días postrado a su silla de ruedas, sin poder dormir en una cama o asearse, luego que fuera colocado por error en el pabellón disciplinario.
Los inspectores observaron igualmente a detenidos siendo trasladados a celdas de aislamiento en esposas o cadenas, lo que contradice las normas de ICE.
“Da la impresión de que se trata de una detención penal y no de una detención civil”, señaló el texto.
Asimismo, el reporte señala falta de atención médica rutinaria en este centro de reclusión administrado por un privado. Los reclusos esperan semanas y hasta meses para ver a un médico, y muchas veces su cita queda cancelada.
Lo mismo con la atención odontológica, que ha fallado en cumplir con limpiezas dentales y tratar caries. Un hombre dijo que tras esperar ocho meses para que le extrajeran una muela, el dentista sacó el diente errado.
ICE indicó a la OIG que realizaría una inspección a la instalación y que “implementa acciones correctivas”.