El Fiscal General del Estado de Aguascalientes, Jesús Figueroa Ortega, declaró esta mañana sobre la inviabilidad de investigar como feminicidio, el caso de la mujer trans encontrada muerta el pasado lunes, que contaba con evidentes indicios de violencia.
Explicó que de acuerdo al Código Penal, en la entidad existen las clasificaciones de homicidio -privar de la vida a un ser humano- y feminicidio -privar de la vida de una mujer- y que se corre un riesgo en investigar como feminicidio la muerte de “Alexa” por no contar con la figura de trans feminicidio.
“Tengo conocimiento de las peticiones que han hecho al menos una organización, aquí el punto que tenemos que considerar es que la ley penal es muy estricta, yo no puedo confundir una situación con otra como para dar una analogía o para considerar una situación”, externó.
Insistió en que es un tema que no se tomará a la ligera, sin embargo, ya existe un Código que se debe de respetar.
El pasado lunes, representantes de las organizaciones VIHDA A.C. y la Red Mexicana de Mujeres Trans, pidieron que el caso de su compañera Alexa fuera tipificado como feminicidio, ya que ella se identificaba como mujer, a pesar de no contar con el cambio de identidad sexogenérica en instancias oficiales.
De acuerdo a la cartilla de los Derechos Humanos de los Transgénero, Transexuales y Travestis, de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Aguascalientes es una de las entidades que tiene la discriminación sexual tipificada como delito, además de que la Ley Federal de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, prohíbe la heterosexualidad obligatoria como una forma de acceder a sus derechos.
Además, el protocolo Latinoamericano de Investigación de Muertes Violentas de Mujeres por Razones de Género, elaborado por ONU Mujeres, considera que las mujeres transexuales tienen una tendencia a recibir acciones todavía más violentas que las mujeres cisgénero (persona asignada como mujer desde el nacimiento), al transgredir las referencias de la cultura antropocéntrica.
“Las personas transexuales o transgénero son consideradas de forma negativa y crítica en lo estructural y en lo relacional. La violencia que se dirige contra ellas se potencia sobre esa doble referencia (…). Como se percibe que su situación no se puede corregir al no tratarse de una “conducta apartada de la normalidad o desviada de lo esperado”, sino que es una posición estructural y radicalmente diferente respecto al sexo y al género, la violencia que se ejerce contra ellas es mucho más intensa desde el inicio.”