La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) clausuró un banco geológico en Puerto Vallarta, Jalisco, por la afectación a una superficie de 4.91 hectáreas por la remoción de vegetación forestal.
Inspectores hallaron árboles derribados de la vegetación de selva; taludes de entre 4 y 30 metros de altura hechos con maquinaria pesada y huellas de llantas en caminos que se abrieron de entre 4 y 10 metros.
La afectación en esa área alcanzó la vida silvestre de especies originarias como parota, papelillo rojo, rosa morada, capomo, guayabillos borcelano, primaveras y habillo.
El castigo por el daño ambiental podría alcanzar de 100 a 20 mil veces la Unidad de Medida y Actualización por cambiar el uso de suelo de terrenos forestales sin la autorización correspondiente, la restauración y posibles sanciones penales.