En la estructura urbana actual de diversas ciudades de la república mexicana existen varias calles que llevan los nombres de políticos con procesos abiertos por corrupción y otros delitos, cuya existencia no es reconocida por las autoridades estatales y municipales, aunque ahí están.
Javier Duarte, Eugenio Hernández, César Duarte, Tomás Yarrington, Andrés Granier y Mario Villanueva son personajes en esas circunstancias que tienen vialidades con su nombre en las entidades que alguna vez gobernaron y cuyo “bautizo” se realizó, en algunos casos, durante sus periodos de mandato, en franca violación a los reglamentos de nomenclatura.
Con la ayuda del Mapa Digital de México, desarrollado por el INEGI, es posible registrar la cantidad y ubicación exacta de estas calles.
POR LOS CAMINOS DEL SUR
En Veracruz, por ejemplo, el exgobernador Javier Duarte de Ochoa tiene dos calles con su nombre.
A través de la herramienta en línea del INEGI se puede constatar que en el poblado El Sacrificio, en el municipio de Tuxpan, el Malecón Javier Duarte de Ochoa se conecta con la bocacalle de Enrique Peña Nieto.
Y en el poblado Cirilo Vázquez Lagunes, en el municipio de Acayucan, las calles Javier Duarte de Ochoa y Karime Macías de Ochoa “corren” en paralelo.
A unos metros de la calle Javier Duarte de Ochoa, en el poblado de Cirilo Vázquez Lagunes, se encuentran las instalaciones de la Unión Ganadera Regional del Sur de Veracruz. Para comprobar la existencia de la vía, llamamos por teléfono y la persona que respondió indicó que esto no es posible, ya que las calles no tienen placas de identificación.
Es más, comentó que el lugar en donde se encuentra el poblado es un terreno que “fue invadido”, no está pavimentado y solo hay veredas para transitar. Sin embargo, el Mapa Digital del INEGI identifica su nombre y ubicación.
Solo para recordar. Duarte de Ochoa fue detenido el 16 de abril de 2017 en un hotel del municipio guatemalteco de Panajachel y, tras su reclusión en un cuartel militar en la ciudad de Guatemala, fue extraditado a México el 17 de julio para enfrentar un proceso por los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada.
Asimismo, para confirmar la ubicación de dichas calles se enviaron tres solicitudes de información a través de la Plataforma Nacional de Transparencia del INAI: al Ayuntamiento de Acayucan, al Ayuntamiento de Tuxpan y a la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas de Veracruz.
Ninguna de las dependencias confirmó o negó la existencia de las calles Javier Duarte de Ochoa en territorio veracruzano. Su respuesta consistió en una recomendación para derivar la solicitud a otras instancias de gobierno por no ser de su competencia ni atribución.
En el documento firmado por el titular de la Unidad de Acceso a la Información del municipio de Acayucan, Garbo Gil Flores, se señala que no es posible atender la solicitud y recomienda dirigirla al Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave.
Lo mismo ocurre en el documento enviado por el titular de la Unidad de Transparencia de Tuxpan, Rafael Balanzá Amores, quien responde: “Le informo que en este Ayuntamiento no existe esa información, siendo esta competencia del gobierno estatal, por lo que le sugiero realice la solicitud a la Oficina de Gobierno del Estado para que le den la atención debida”.
Mientras que Elie Ramírez Rueda, jefa de la Unidad de Transparencia de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas de Veracruz, en su respuesta aconseja dirigir la solicitud de información al municipio correspondiente, “quien posiblemente le proporcione la información solicitada”, señala en el documento.
Y líneas más adelante cita el artículo 116 del Reglamento para el Desarrollo Urbano para el Municipio de Xalapa que, en su última reforma publicada en la gaceta oficial el 20 de enero de 2016, indica: “Es facultad del ayuntamiento la asignación o cambio de los nombres de las vías públicas, parques, plazas, callejones, jardines y demás espacios de uso común o bienes públicos dentro del municipio”. Pero ninguna autoridad municipal asume tal atribución.
En Tabasco, el exgobernador Andrés Granier Melo también tiene sus calles, según el Mapa Digital del INEGI. Cuatro de ellas están en el municipio de Centro, de Villahermosa. Una tiene la nomenclatura Andrés Granier y se encuentra en la localidad de Boquerón Primera Sección (San Pedro); dos más, con el nombre Andrés Granier Melo, están en las localidades de Parrilla y Macultepec; y otra con la nomenclatura Químico Andrés Granier Melo se encuentra en Villahermosa.
En el municipio de Cunduacán, en la colonia Mario Barrueta García, que está a un costado de la autopista federal Coatzacoalcos-Villahermosa, se ubica otra vía más con el nombre Andrés Granier Melo, entre las vías Telésforo Hidalgo y Lagunas.
Juan José Hernández Almeida, responsable de la Dirección de Obras, Ordenamiento Territorial y Servicios Municipales del Ayuntamiento de Cunduacán, en el oficio HAC/DOP/20/10/21017-1861, confirmó la existencia de esta calle, la cual fue designada en el trienio 2007-2009 y la autoridad responsable de asignarle el nombre de Andrés Granier Melo “fue el Ing. Francisco Jesús Sánchez Soberano (presidente municipal en 2007-2009) y se encuentra registrado el nombramiento de la calle en el Bando de Policía y Buen Gobierno correspondiente al trienio antes mencionado”, indica en el documento.
En tanto que en el municipio de Centro, en su respuesta consignada en el oficio SA/UAJ/l586/2017, el secretario del ayuntamiento, Roberto Romero del Valle, manifestó que “la información peticionada corresponde al ámbito estatal”, porque no se deriva del ejercicio de sus funciones y competencias.
Desde junio de 2013, Andrés Granier se encuentra detenido, entre otros delitos, por el presunto desvío de 2,604 millones de pesos. Pero en septiembre de 2017, un juzgado federal de la Ciudad de México le otorgó al exgobernador de Tabasco un amparo definitivo que lo libera del delito de peculado, el más grave que pesaba en su contra; sin embargo, no quedará en libertad porque tiene otros procesos locales y federales.
En Quintana Roo, el exgobernador Mario Villanueva Madrid tiene tres calles con su nombre en las localidades de El Progreso, Francisco Villa y Kuchumatán, en el municipio de Bacalar.
Villanueva Madrid, quien fue gobernador de Quintana Roo entre 1993 y 1999, se encuentra preso desde 2005, cumpliendo su condena primero en Estados Unidos y actualmente en México, por los delitos de lavado de dinero, delincuencia organizada y asociación delictuosa.
Tras la petición de información, el municipio de Bacalar, a través de Samantha Buitrón Waigth, titular de la Unidad de Transparencia, señala en el oficio MB/UTB/260/XII/2017 que luego de “realizar una minuciosa búsqueda en las bases de datos de la dirección, no se encontró registro alguno relacionado con calles con el nombre Mario Villanueva o Mario Ernesto Villanueva Madrid”.
No obstante, en el mismo documento Buitrón Waigth confirma que sí existe registro de una colonia en Bacalar con la nomenclatura Mario Ernesto Villanueva Madrid.
TAMBIÉN EN EL NORTE
En Chihuahua, en el poblado Mariano Balleza, cabecera del municipio de Balleza, uno de los 67 municipios de la entidad, la calle César Duarte Jáquez, a lo largo de su recorrido hace esquina con las vialidades Nicanor Sandoval, Lázaro Cárdenas y Adolfo Ruiz Cortines.
En ese mismo municipio, el exgobernador tenía un rancho, El Saucito, que tiene una extensión de 609 hectáreas, y que se encuentra a más de 20 kilómetros de la cabecera municipal.
Duarte Jáquez, quien se encuentra prófugo de la justicia, es acusado por el desvío de más de 1,000 millones de pesos.
De acuerdo con el gobernador de Chihuahua, Javier Corral, hasta el momento se han girado diez órdenes de aprensión en contra de César Duarte por los delitos de peculado agravado y delitos electorales, que tienen una pena de entre cuatro y 12 años de prisión, y son acumulables.
La Unidad de Transparencia del municipio de Balleza, a través de su titular Lucero Salas Loya, confirmó en el oficio 66/2017 que existe una calle con el nombre César Duarte Jáquez, cuya nomenclatura fue aprobada el 3 de diciembre de 1998 en el ayuntamiento encabezado por la presidenta municipal Silvia Moreno Leal.
El nombramiento se registró en el Acta de Cabildo Ordinaria No. 3, en donde también se registró el de la calle Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León. Acta que fue redactada a mano y de la que contamos con una copia.
En la fecha del nombramiento, Duarte Jáquez se desempeñaba como suplente del diputado federal Jesús Villalobos Sáenz.
En Tamaulipas, los exgobernadores Tomás Yarrington Ruvalcaba y Eugenio Hernández Flores también tienen sus calles.
Con el nombre Tomas Yarrington existe una calle en el municipio de Reynosa, es una pequeña vialidad, paralela a la calle Oscar Luebbert Gutiérrez, quien, por cierto, gobernó este municipio de 1995 a 1998 y en agosto de este año contendió por la presidencia del PRI en Tamaulipas, la cual perdió contra Sergio Guajardo Maldonado.
Y en Matamoros, Yarrington Ruvalcaba tiene otra calle, que en su extremo norte colinda con grandes compositores, como Manuel M. Ponce, Rosini, Verdi, Paganini y Schubert, y al sur, con importantes personajes de la historia de México, como Benito Juárez, Lázaro Cárdenas, Miguel Hidalgo y Aquiles Serdán.
En el ayuntamiento de Reynosa, tanto la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente como el Instituto Municipal de Transparencia y Acceso a la Información (IMTAI) se declararon incompetentes para corroborar la existencia de la calle porque dicha información se encuentra “fuera de su jurisprudencia”.
Y en el ayuntamiento de Matamoros, Magali Marroquín Mendoza, titular de la Unidad de Transparencia del ayuntamiento, indicó que en el oficio 1797/2017 la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología confirmó que existe una calle con el nombre de Tomás Yarrington Ruvalcaba en la colonia Las Riveras. El nombramiento ocurrió en septiembre del año 2000, durante la administración municipal 1999-2001 y fue aprobado por “el director de Ordenamiento Urbano, por el representante de la colonia y por el dueño de la parcela”.
Asimismo, Marroquín Mendoza en su respuesta señala que “los nombres de las calles no los asigna la autoridad que revisa o firma los planos, los asigna el desarrollador de la colonia o los mismos colonos que viven en el sitio, cuando venden los predios antes de la revisión del plano de lotificación que se ingresa al municipio”.
Mientras, Eugenio Hernández Flores tiene cuatro calles con su nombre que se ubican en los municipios de Ciudad Madero, Aldama, Victoria y Tula.
En sus respuestas, luego del envío de las solicitudes de información, los ayuntamientos de Aldama y Victoria negaron la existencia de calles con el nombre Eugenio Hernández Flores en su municipio; el ayuntamiento de Ciudad Madero se manifestó incompetente para responder y el ayuntamiento de Tula jamás contestó.
LAS REGLAS PARA NOMBRAR
En México, la nomenclatura de las calles está regulada por los municipios y, en el caso particular de la Ciudad de México, existe una Comisión de Nomenclatura que se creó el 3 de diciembre de 1998.
En la capital del país cada delegación cuenta con un Comité de Nomenclatura propio que preside cada uno de los delegados de la demarcación correspondiente, y que entre sus obligaciones se encuentra revisar y proponer la nomenclatura de colonias, calles y espacios públicos, llevar a cabo consultas vecinales sobre las propuestas realizadas, y opinar sobre las asignaciones o cambios de nombres.
De tal manera que, pese a que el criterio para asignar el nombre a una vialidad puede variar de un estado a otro, existen coincidencias en los reglamentos de nomenclatura que restringen las asignaciones a casos muy particulares cuando se trata de nombres de personas.
Por ejemplo, en la Ciudad de México las Reglas de Operación y Funcionamiento publicadas el 28 de noviembre de 2001 establecen que “el nombre de algún personaje solo se podrá consignar como nomenclatura cinco años después de su fallecimiento”, y debe contar con una trayectoria que esté reconocida local, nacional o internacionalmente, además de que la asignación se hará en colonias nuevas en proceso de regularización.
En el municipio de Chihuahua, de acuerdo con el artículo 228 de la sección cuarta sobre Nominación de Vías Públicas del Reglamento de Desarrollo Sostenible, quienes soliciten la nominación de una vía pública de nueva creación tienen que presentar la biografía por escrito y, además, “que el nombre propuesto, cuando se refiera a un nombre propio, sea de una persona fallecida”.
Mientras, en el municipio de Centro, en Tabasco, según el artículo 10 del Reglamento que Establece el Procedimiento para Fijar la Nomenclatura de las Calles, se señala que “cuando se trate del nombre de personas, siempre se deberá acompañar la biografía del candidato, resaltando los hechos que a juicio de quien la realice motiven su propuesta”.
¡Y QUÉ DECIR DE LOS EXPRESIDENTES!
Hablando específicamente de los últimos cinco exmandatarios, desde Felipe Calderón Hinojosa hasta Miguel de la Madrid Hurtado, todos tienen varias vialidades con su nombre en distintos estados del país.
Estas calles, aunque hacen referencia a una misma persona, están registradas bajo distintas nomenclaturas. Así, por ejemplo, es posible encontrar calles en Nayarit, Aguascalientes, Quintana Roo, Tamaulipas y Tlaxcala, entre otros estados más, con nombres como Ernesto Zedillo, Ernesto Zedillo Ponce de León, Licenciado Ernesto Zedillo o Doctor Ernesto Zedillo Ponce de León.
O bien, en Guanajuato, Morelos, Veracruz, San Luis Potosí y Zacatecas existen calles con las nomenclaturas Vicente Fox, Vicente Fox Quesada, Vicente Fox Quezada (sic) y Licenciado Vicente Fox Quezada (sic).
Enrique Peña Nieto, actual presidente de la república, a unos meses de dejar el cargo también ya tiene calles con su nombre. Una de ellas se encuentra en Veracruz, en el municipio de Tuxpan, y que como se mencionó líneas atrás se conecta con el Malecón Javier Duarte de Ochoa, y la otra está en el Estado de México, en el municipio de Atlacomulco, y es paralela a Lázaro Cárdenas.
Nombrar una calle es un acto que se realiza para recordar o enaltecer el mérito de alguien, pero en el caso de los servidores públicos representa una oportunidad para preservar su imagen en el imaginario colectivo; les permite apropiarse simbólicamente del espacio público para manifestar: “Yo estuve aquí”.