Nuestros ojos nos dan la capacidad de percibir el mundo que nos rodea, pero también son una ventana a la mente. De hecho, un creciente grupo de investigaciones sugieren que la forma en que movemos los ojos está influida por nuestra personalidad.
Los estudios que analizan este tema han encontrado que las personas con rasgos similares suelen mover sus ojos de forma parecida. Por ejemplo, los optimistas pasan menos tiempo mirando a estímulos emocionales negativos, como imágenes de cáncer, mientras que las personas curiosas tienden a ver todas las partes de una escena.
Un equipo internacional de investigadores de instituciones en Australia y Alemania trató de entender más sobre el vínculo entre la personalidad y los movimientos oculares al desarrollar un algoritmo de aprendizaje automático –un tipo de código informático que aprende sin la necesidad de programarlo específicamente– señaló New Scientist.
Para el nuevo estudio, publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, los investigadores dieron lentes especiales de seguimiento ocular a 42 estudiantes de la Universidad Flinders, en el sur de Australia. Después, les pidieron que caminara alrededor del campus y visitaran una tienda, además de responder un cuestionario que los ubicara en las “cinco grandes” rasgos de personalidad: apertura a la experiencia, escrupulosidad, extraversión, amabilidad y neuroticismo o inestabilidad emocional.
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Usando el algoritmo, los científicos encontraron que eran capaces de predecir cuatro de esos rasgos –neuroticismo, extraversión, amabilidad, escrupulosidad– así como la curiosidad perceptiva, basados únicamente en los datos de seguimiento de movimientos oculares.
De momento, su técnica es sólo un 7 a 15% mejor para predecir estos rasgos de personalidad, pero los científicos señalan que sólo tuvieron información de 42 personas. Mientras el algoritmo reciba más información de seguimiento ocular, estas predicciones se harán cada vez más precisas, dijeron.
Además, los hallazgos “revelaron nuevas relaciones previamente negadas entre las características del movimiento ocular y la personalidad”, escribieron los autores del estudio. Por ejemplo, se encontró que el diámetro de la pupila es importante para predecir el neuroticismo pero menos útil para predecir otros rasgos.
La información del estudio permitiría el diseño de sistemas informáticos –como robots, teléfonos inteligentes y vehículos autónomos– que puedan leer automáticamente la personalidad de los usuarios en función de los datos de seguimiento ocular y que puedan personalizar su experiencia.
Sin embargo, mientras los consumidores están cada vez más conscientes acerca de las cantidades de datos que le dan a las firmas tecnológicas, este tipo de hallazgos podrían no ser tan atractivos para todos.